Buenos Humos

De Ciudad Real a Casarrubios

19 octubre, 2018 00:00

Perdónenme mi escepticismo, pero uno lee lo que traen los periódicos de la región estos días y se le vuelven a aparecer en carne mortal todos los argumentos que hace poco más de diez años se manejaban para justificar la necesidad ineludible de construir un aeropuerto en Ciudad Real: alternativa a Barajas que aseguraba el tráfico aéreo peninsular, miles de puestos de trabajo, revolución de la economía local y regional... Lo único que ha variado es que ya no existen unas Cajas de Ahorros que carguen con el gasto. Y en esto último, uno ya no se atreve a decir, visto el resultado, desgraciada o afortunadamente. 

Y es que cuando en España se habla todavía de la crisis financiera, de los millones públicos gastados y del rescate de los bancos, a muchos se les olvida que no hubo un solo banco que necesitara de rescate y sí, todas y cada una de la Cajas de Ahorro; un instrumento financiero en manos de unos políticos que sustituyeron sus objetivos originarios de banca social por una máquina de hacer billetes a su medida. Cada una de las Cajas era antes del 2008 la palanca del desarrollo puesta al servicio de los políticos de turno en la España mágica del todo multiplicado por diecisiete. Así que, si por una parte el espíritu de los Montes de Piedad decimonónicos ha sido barrido por la crisis, ahora al menos nadie podrá utilizarlas para cebar caladeros de votos e influencias.

Cuando se mira con la perspectiva del tiempo el fiasco del aeropuerto Don Quijote, Madrid Central, Ciudad Real o como coño acabara llamándose, lo primero que llama la atención es que la planificación y los verdaderos estudios de las necesidades aeroportuarias de España brillaron por su ausencia o fueron de un optimismo rayano en la temeridad y más propio del País de las Maravillas de Alicia que de la realidad española. ¿Dónde están los estudios que aseguran la necesidad de la alternativa a Barajas? ¿Dónde están las demandas de las compañías aéreas de otro aeropuerto? ¿Dónde la planificación de nuevas rutas y en definitiva de la viabilidad económica de Casarrubios? ¿En el mismo sitio que los de Castellón o Teruel?  Que uno sepa, el Barajas que se aseguraba colapsado hace diez años funciona en la actualidad con unos niveles de eficiencia a la altura de cualquier aeropuerto de sus características y por ninguna parte, quizá porque hace tiempo que no viaja uno en avión desde Barajas, le ha llegado esa necesidad.

El otro día se celebraba en Santurce (Vizcaya) el ccampeonato de fitness y culturismo de Euskadi y cuando se anunció a los participantes que sería obligatorio pasar un control antidopaje se produjo una desbandada general que obligó a los organizadores a suspenderlo. Lo del culturismo de competiciónn, lo sabe hasta el más tonto del gimnasio, tiene que ver más con el engorde de ganado que con el deporte, pero algunos se empeñan en vender la burra que todos saben ciega, y todos miran hacia otro lado. Me temo que entre Ciudad Real y Casarrubios andamos por las mismas. Eso sí, uno espera que, lo mismo que el culturista que se mete esteroides a manta es el único responsable de su salud porque que uno sepa todavía no se vende carne de culturista en lata en el Mercadona, esta vez los promotores del invento del aeropuerto vayan también con su dinero por delante y no tengamos que pagar su capricho los de siempre. O sea, todos, porque el dinero público, a pesar de alguna ministra, sí tiene dueño.