Clint Eastwood (San Francisco 1930) deja fuera de juego a cualquiera. Este libro de Quim Casas se publicó en 2003, cuando Clint Eastwood tenía setenta y tres años y había dirigido y compuesto la música de Mystic River, la que parecía una de sus últimas películas. Pues bien, dieciocho años después Clint Eastwood sigue en activo, ha filmado diecisiete películas más y la última película es Cry macho, de la que nadie se atreve a asegurar, que ahora sí, será la última. 

A pesar de esas diecisiete películas, filmadas casi a ritmo anual, el de Quim Casas es un gran libro sobre la carrera cinematográfica de este actor, director, productor y músico al que nadie duda ahora en considerarle uno de los grandes clásicos del cine norteamericano. Algo difícil de intuir cuando comenzaba su carrera como actor allá por los años cincuenta y luego la proseguía inmerso en las producciones almerienses que revitalizaron el género del wéstern en los sesenta. Fue su primer contacto con Sergio Leone, el director al que junto a Don Siegel, no dudaría en reconocer después como sus maestros.

De sus comienzos como actor a las tres últimas décadas de su vida como director la valoración de la crítica y del público ha variado de una manera notable. Clint Eastwood es un cineasta al que se le considera a la altura de John Ford, Howard Hughes o cualquiera de los grandes de Hollywood. Un verdadero clásico con una obra monumental a sus espaldas y que no deja de sorprendernos desde la altura de sus noventa y un años.

En esa carrera ha tenido mucho que ver el control que sobre su propia obra ha tenido desde la fundación en 1968 de Malpaso Productions. En ella integró a profesionales como los directores de fotografía Bruce Surtees y Jack N. Green, Joel Cox montador, los diseñadores de producción Henry Bumstead y Edward Carfagno o el músico Lennie Niehaus, conformando un equipo que también tiene mucho que ver con un estilo y lo que se ha convertido en una verdadera marca de la casa.

Desde luego, después de leer el libro de Quim Casas, uno se queda con la impresión de que sería la persona ideal para completar una biografía que, como se demuestra año a año, todavía está por completar. En los últimos años Clint Eastwood nos ha dado películas que sin ninguna duda no hacen otra cosa que engrosar una biografía y una filmografía difíciles de superar. Un libro que merece la pena tener a mano siempre y que seguro tendrá una continuación a su altura.

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Quim Casas. Clint Eastwood. Avatares del último cineasta clásico. Ediciones Jaguar, 2003. 240 páginas.