Me advertía un amigo que no se me ocurriera relacionar el batacazo de Melody en Eurovisión con la política, pero sólo en una cataplasma como el sanchismo, donde hay más papistas que el Papa, se puede defenestrar una actuación tan poderosa como esta.

Únicamente a quienes se creen salvadores del mundo y con una fe ciega en la misión que el destino final puso en sus manos, puede ocurrírsele mezclar política con música o televisión. Sólo hubiera faltado que Israel hubiese ganado el festival. En la cadavérica depreciación de valores y el rugido final del tardosanchismo, pueden darse a la vez el televoto israelí, el apagón de la península – por eso Portugal no nos votó-, la caída de los trenes o la filtración de los whatsapps. Aunque huele a fin de era, si fuera del PP no estaría tan seguro, porque la Bolsa aguanta y alcanza los catorce mil, algo que no sucedía desde antes de la crisis.

Una diva es valiente y poderosa, como decía Melody… Igual que Begoña, que tenía poderes mágicos para reflotar aerolíneas. El sanchismo está dejando en mantillas al Falcon. Aquí todos volaban de paradores al ministerio con sacas de dinero fresco. Del barceneo al abalorio, la realidad se repite a modo de farsa y espejo cóncavo del callejón del Gato. El Peugeot es una joya de museo que habría que declarar patrimonio nacional.

Tres de los cuatro que viajaban en el coche con que arengaron la militancia han sido imputados, a un paso del banquillo. Faltan la doña y el doño, porque Santos Cerdán está en la puerta del cine. Esto parece una banda de asaltos, donde se han ido incorporando como estrellas invitadas el fiscal general del Estado, Silvia Intxaurrondo y la familia de la tele. En el fondo comprendo a Belén Esteban. Si los tuyos – ella se declaraba de derechas- no arrancan, pásate a los otros. El tardosanchismo se deja notar en el bruxismo maxilofacial del presidente, aunque la Bolsa, insisto, le sigue diciendo lo guapo que es. Pero es como si toda la tramoya de repente cayera, se hundiese el escenario y se prendiera fuego. Sólo desde el integrismo cerval ecológico y energético del sanchismo, se puede hacer caer un sistema eléctrico como el español, con algunas de las centrales hidráulicas más poderosas de Europa, entre ellas Alcántara o Aldeadávila. Los ultrarricos, que son los mismos que los ultrapobres de las renovables… El relato se agosta y el guapo parece Ábalos poniendo mensajes. Espejito, espejito… Y sólo queda Dorian Gray envejecido.

Las divas de Sánchez están nerviosas por saber cómo las llama en privado, desde la pájara, que ya lo sabe, hasta Montero o Yolanda. Marlaska ni se atreve y cuentan las crónicas que anda temeroso de que algo salga. El televoto israelí, patrocinado por Pegasus, demostraría entonces que habría mayoría absoluta de Vox en España… Cuidadooo… Sánchez se despeña y el PP hace el helicóptero como Melody con el pelo, a ver si es capaz de elevar a Feijoo hacia las alturas. Como decía otro amigo mío, si mandamos a un cura con misa cantada, quedamos por delante. Todo lo que huela a Sánchez, se trastabilla o cae del escenario. Ha perdido el mando del relato. Pero los estertores del régimen pueden ser los peores. Jessica, two points.