
Ana María Ángel Esteban, psicóloga y sexóloga.
El poder inimaginable de los besos: te enseño a besar de una forma romántica y sensual
Este domingo, 13 de abril, se celebra el Día Mundial del Beso. Por eso te cuento cómo esta bomba fisiológica y emocional tiene unos efectos transformadores casi inmediatos. Los besos no solo son un gesto de cariño, sino que también fortalecen el vínculo entre las personas.
Veamos el impacto de los besos. Son un símbolo universal de amor y pasión. Es impactante cómo un contacto tan simple puede desencadenar y mantener el bienestar y la cercanía, a todos los niveles. Ya sean besos de amistad, de padres, de agradecimiento o en las relaciones románticas, desatan, como la ciencia ha demostrado, la activación de una interacción hormonal y neurológica que actúa como medicina natural para el cuerpo, física y psicológicamente hablando.
De todas maneras, en una relación de pareja nunca nos olvidemos -como siempre insisto- que siempre lo más importante es una buena comunicación.
Durante un beso se liberan hormonas como la oxitocina, también conocida como la 'hormona del amor', encargada de crear vínculos afectivos. Refuerza la confianza y la empatía entre dos personas. Además otra hormona que se libera, la dopamina, crea la sensación de placer y recompensa, y es la que podemos decir que haría que los besos bonitos se conviertan en adictivos. Así se activa lo que llamamos refuerzo positivo que nos va a empujar a la búsqueda de esa experiencia tan gratificante con esa persona. En general, los centros del placer en el cerebro están a tope y nos producen euforia y felicidad durante y después de ese beso tan magnífico.
Un beso intenso y sincero, según muchos estudios científicos, regula la producción de cortisol y reduce la ansiedad con lo que la salud cardiovascular y el sistema inmunológico se ven muy favorecidos.
Punto de vista psicológico y emocional
El besar actúa como un ritual que refuerza la intimidad y la confianza. Es una comunicación no verbal profunda, en la que las emociones se transmiten de manera directa, sin necesidad de palabras, y es que el lenguaje no verbal es el 80% de la comunicación con los otros.
El acto de besar fomenta el sentido de pertenencia y la seguridad en la relación, fortalece la autoestima y el sentimiento de ser valorado. Quien nos expresa su amor a través de un beso, besos habituales, crea un entorno emocional estable, reduciendo el temor al abandono. En tiempos de incertidumbre o conflicto, el beso puede servir como un primer paso para la reconciliación, siempre y cuando no se use como una estrategia o un acto que sabemos que sensibiliza al otro pero que en nuestro interior no hay intención de cambio.
Por otra parte, está el rol que juegan los besos cuando recordamos a parejas anteriores o de experiencias con otras personas. Una de las cosas que solemos recordar son precisamente los besos, sobre todo si han sido muchos y de calidad. Acordarse de uno de ellos nos puede crear gratificación e incluso excitación solo con ese recuerdo mental.
El auge de la neurociencia ha permitido comprender mejor y más cosas sobre los besos. Cuando dos personas se besan, sus cerebros se sintonizan, estableciendo patrones de actividad similares. El beso también favorece la liberación de endorfinas, neurotransmisores responsables de reducir el dolor y generar sensaciones de bienestar. La magia del beso está en su dualidad: es a la vez una expresión de sentimientos profundos y un mecanismo biológico sofisticado que beneficia nuestra salud
¿Y a nivel sexual?
Faltaría más. ¿Qué papel juegan los besos en este momento tan distinto e íntimo al de un beso puntual? Pues son esenciales desde el principio hasta el final. Con los besos ya vamos comenzando el acercamiento y la oxitocina nos va animando, por lo que empieza la excitación, la erección y la lubricación. Es muy importante que nos guste la forma de besar de la otra persona, que no siempre ocurre y mucho más importante la higiene bucal, ya que un mal aliento arruina todo. Hay que decir al otro sutilmente las cosas que nos gustan o nos molestan para que todo sea disfrute, sin evitar posturas o conductas que pueden ser muy excitantes.
Los besos son tan esenciales, que pueden minar la atracción previa que sentimos por alguien si no nos gustan o incrementarla hasta niveles excitatorios recordando esos maravillosos besos. Hay más excitación si durante los besos se acarician otras partes del cuerpo que si solo estamos besando. La mayor excitación, sin tocar genitales, se consigue en un momento de besos sentidos, miradas, susurros al oído, abrazando o rozando la cara, aunque para que esto se dé, hay que saber besar. Para quienes tengan dudas de cómo hacerlo -he tenido varios casos en la consulta con solo el motivo de consulta de querer aprender y saber besar como otras sobre cómo hacer sexo oral a un hombre- os voy a dar unas pistas de cómo debe ser un beso sensual, romántico, bonito y excitante.
Si ya anticipamos que va a haber 'temita' lo mejor es crear un ambiente propicio en el que estemos ambos cómodos.
Recomendaciones
Ambiente: música suave y bajita, luz tenue o con color, que a ti mismo al crearlo, ya te resulte motivante. Un vinito, un cava... algo que compartáis mientras ocurre lo siguiente y mientras comentáis. No tiene por qué ser nada alcohólico, pero es que el alcohol también desinhibe.
Conexión emocional: las miradas, sonrisas picaronas, sonrisas en general y ante todo confianza con el otro.
Toques: rozar el pelo, acariciar los pómulos, un besito en la mejilla o cercano a la comisura de la boca, tocarse las manos, rozarlas... La sutileza del roce despierta la sensibilidad de la piel y el acercamiento también de la otra persona
Miradas: las miradas y más las miradas cerquita, juegan a favor de intensificar la anticipación y el deseo. Las miradas ya crean ese beso mental. Cierra los ojos antes de comenzar a besar para que sientas más profundamente las sensaciones de ese beso bonito que está a punto de producirse. La experiencia sensorial se intensifica así.
El beso: besa alrededor suavemente, relaja los labios y procura no tener la boca seca aunque posiblemente la emoción y la ansiedad del momento te hagan estar así. Bebe lo que ya tenéis ahí. Besa lentamente sobre todo uno de los labios, mueve la lengua suavemente hacia el interior de la boca de la otra persona, solo un poquito, sin invadir. Que sea una lengua juguetona. Retírate mínimamente, vuelve otra vez, muerde suavemente el labio, vuelve a mirarla a los ojos.... Los besos lentos son más excitantes que los pasionales y de desenfreno y deseo acumulado. No tengas prisa en que termine. Encadénalo con lo que venga después. Cabe, llegado un momento, alternar besos suaves y apasionados, claro. Intentad ajustaros mutuamente al ritmo del otro. La verdad es que es difícil encontrar un beso bonito y maravilloso con el mismo ritmo , ternura, movimientos la primera vez, pero los hay.
Susurro: hay personas tímidas, pero es muy sensual y eróticos susurrar cuanto te gusta la otra persona, lo que le deseas o lo que vas a hacer.
Al finalizar: mantén la conexión siguiendo con alguna caricia, abrazo o un comentario sensible. Recuerda que la comunicación y la conexión emocional son clave para un beso sensual.
¡Disfruta del momento y de ese beso magnífico que está por llegar!
Ana María Ángel Esteban es una psicóloga y sexóloga con consulta en Toledo