Emiliano García-Page y Carlos Velázquez, este miércoles en Toledo. Foto: Javier Longobardo.
El "elogio trampa" de Page a Carlos Velázquez, con acuse a Núñez y Tolón, y el abrazo del sábado con Sánchez en Toledo
Viene la semana cargadita en plenitud de nombres propios de interés en la política de Castilla-La Mancha. Y lo digo más allá de la película de miedo que están rodando como codirectores Emiliano García-Page y Paco Núñez en el ruedo regional a cuenta del dichoso, y por ahora fallido, Estatuto de Castilla-La Mancha. Vaya brasa. Pero vamos a lo nuestro, que el panorama está curioso. Por ejemplo: los elogios de este miércoles del socialista Page al popular Carlos Velázquez, alcalde de Toledo. "Elogio trampa", como lo ha llamado mi mejor amiga, una sabuesa muy sagaz.
El asunto está muy bien y tiene su retranca. Dice el presidente de Castilla-La Mancha que Velázquez, Charli para los amigos, está haciendo una buena gestión en la revitalización del casco histórico, y lo ha dicho en la reapertura de la Mezquita de Tornerías y delante del propio alcalde, cargando bien en los aplausos. Supongo que los ecos de este coqueteo resonaron en Zocodover, donde la exalcaldesa Milagros Tolón tiene ahora su casa política, y en el despacho de Núñez en Gilitos, lugares ambos dos en los que el dúo Page y Velázquez Asociados tiene menos popularidad que en el Palacio de Fuensalida.
Lo de Page es un recado interpuesto, que se llama, porque ya se sabe que los elogios del líder socialista hay que cogerlos con papel de fumar, y probablemente siempre llevan cara B. Pero está bien que un rival reconozca los méritos de otro, aunque sean en falsete, y el alcalde de Toledo se está ganando tan buena fama al frente del Ayuntamiento que el comentario empieza a ser muy general. La sorpresa toledana ha sido para bien y hasta el presidente de la Junta se salta el argumentario socialista y lo pondera a su manera.
Así que ya se verán los futuribles que todo esto trae a la política castellanomanchega, aunque de momento Charli se ha puesto tan contento y Tolón es posible que haya entrado comprensiblemente en alguna clase de melancolía. En cuanto a Núñez, el recadito se lo ha enviado cariñosamente este mismo jueves el alcalde de Mora, el popularísimo Emilio Bravo, en este mismo digital: “Que ilusione a la gente, que presente proyectos, que presente alternativas, que para criticar e insultar ya están otros”. Pues eso: una cosa lleva a la otra.
Por cierto, y sin salirnos de Page, este sábado recibirá la visita en Toledo del presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez: dos enemigos íntimos en el XIII Congreso Regional de los socialistas castellanomanchegos. El cónclave va a servir para la aclamación de Page como líder regional del PSOE y reforzará su poder interno en Castilla-La Mancha, donde su control del partido es incontestable, y eso Sánchez parece que no quiere perdérselo.
O sea, que hay que vigilar de cerca al adversario, y Page lo es de Sánchez, aunque luego en el fondo, como se va a ver el sábado, todo sean abrazos, flores y panegíricos entre dos líderes que se repelen pero que interpretan su papel muy sabiamente y se tienen repartidos los guiones en el patio nacional. Dice Felipe González que el presidente de Castilla-La Mancha le parece “bien” como candidato a suceder a Sánchez cuando llegue el “postsanchismo”, pero no estoy segura de que la hipótesis vaya a tener algún futuro. De momento, el sábado ambos superarán su mutua animadversión y se tendrán que dar un par de buenos apretones delante de toda la parroquia: después cada uno a su casa a darse una ducha. Estoy deseando ver en los papeles las fotos del esperado achuchón.
Total, que Page es un tío muy querido por los socialistas de Castilla-La Mancha, un líder carismático y de mayorías absolutas, y va a mantenerse al mando de la nave socialista una larga temporada más. Por aclamación y con la mirada en el 2027. Por cierto que en su nuevo equipo titular seguirán estando los dos nombres propios que mejor le organizan el partido en la región: Sergio Gutiérrez y Cristina Maestre, quienes, salvo sorpresa de última hora, confirmarán sus puestos como secretario de Organización y vicesecretaria general respectivamente en la nueva Ejecutiva. El resto, me cuentan, se está negociando entre las cinco familias provinciales, así que este viernes será un día largo. Y una noche espesa.
En fin, que voy liquidando la columnilla con la “jubilación” sindicalista de los amigos De la Rosa: Paco y Enrique, que dejan respectivamente la secretaría general de Comisiones Obreras en Castilla-La Mancha y la presidencia de CSIF en Toledo. Hacen bien: pausa, descanso y buenos alimentos en su nueva etapa. A seguir bien y lo mejor para ambos. Y tal.