Violeta Porté

Empresas

"Lloré porque no pude ponerme un vestido": así nació la lencería pensada para diabéticas

Violeta Zapata, una emprendedora de Castilla-La Mancha, ha lanzado al mercado la línea de ropa interior Violeta Porté.

27 noviembre, 2023 18:01

A Violeta Zapata le diagnosticaron diabetes con 30 años -poco antes de la pandemia- y, viendo las dificultades que tenía para llevar la bomba de insulina con ciertas prendas de ropa, decidió crear Violeta Porté, la primera firma española de lencería para personas con su misma enfermedad. Se trata de unas ligas que van enganchas a la pierna o a la cintura y que permiten incorporar este dispositivo de una forma más discreta y cómoda.

Una bomba de insulina es un pequeño aparato del tamaño de un móvil que administra esta hormona de forma continuada. El sistema, que va enganchado al cuerpo a través de un cable, tiene sus ventajas, pero también algunos inconvenientes. Uno de ellos es que hay que llevarlo encima las 24 horas del día.

"Un día me eché a llorar porque no podía ponerme para una cita el vestido que quería al no saber dónde enganchar la bomba", cuenta la joven, natural de Puertollano (Ciudad Real). Sin embargo, el mal rato mereció la pena porque le dio la idea de crear su marca, pensada también para ayudar a otras mujeres en su misma situación.

Productos patentados

"Dibujé un boceto con lo que quería y lo entregué en la Cámara de Comercio de Ciudad Real. En seis meses, después de haber hecho más de 50 prototipos para conseguir una liga que fuera capaz de sujetar la bomba y que tuviera una estética concreta, fundé mi empresa y saqué a la calle el producto mínimo viable", explica Zapata, que ha conseguido patentar su creación.

La primera colección, llamada 'A flor de piel', incluía solo un par de ligas (una para la cintura y otra para la pierna), pero se ha ido ampliando. La puertollanera ha creado también una colección de riñoneras con una ranura especial para las bombas de insulina y actualmente trabaja en otras dos "súper innovadoras" que saldrán en los próximos meses, una de baño y otra que "todavía no existe a nivel mundial".

Violeta Porté

Pero eso no es todo. Zapata ha dado un paso más y ha constituido el Grupo Inclutex S.L, una empresa que pretende convertir en el primer conglomerado de marcas españolas y sostenibles liderado por personas que conviven con distintas condiciones de salud y que les dan solución. "Para que se entienda, Violeta Porté sería como Zara e Inclutex sería como Inditex, que agrupa varias marcas", explica.

"Todo es de kilómetro cero"

La tienda de Violeta Zapata es online y es ella la que gestiona "absolutamente todo", desde el diseño hasta la compra de materiales, los envíos, la gestión con proveedores, la facturación, la página web y las redes sociales. La confección se realiza en talleres de Castilla-La Mancha y todos los productos son sostenibles y de kilómetro cero. 

Desde que echó a andar la marca en 2021, la joven ha llegado a unas 850 clientas y tiene dos embajadoras internacionales, una en Italia y otra en Alemania. Además, este mes comenzará a vender en el resto de Europa después de haber recibido "miles de solicitudes" de otros países.

"Todavía no he ganado ni un duro con esto, pero el feedback que estoy recibiendo es maravilloso. El otro día me llamó una mujer que se acaba de casar y se ha podido poner el vestido con una de mis ligas, y también he tenido mucha aceptación en el entorno hospitalario. Hay clientes que vienen de parte de médicos", cuenta. 

Emprendedora del año

Su objetivo es, en definitiva, convertir la moda en una herramienta para mejorar la calidad de vida de la gente con algún tipo de patología o condición especial. Y su empeño por conseguirlo le ha llevado a ser premiada como Emprendedora del Año por la Asociación Española de Mujeres Empresarias (ASEME), un reconocimiento que le hizo llorar "como un bebé".

"Llevo dos años sacrificando muchísimas cosas. Todo lo que tenía lo he invertido en mi negocio y he sacrificado mi vida personal porque trabajo sola. Cuando te dedicas en cuerpo y alma a un proyecto y ves que reconocen tu trabajo, emociona", cuenta la puertollanera, a quien le encantaría acabar teniendo su propio taller en Castilla-La Mancha con personas en situación de vulnerabilidad.