Un 19 de junio de 1993 comenzó su andadura el sindicato UGT en Castilla-La Mancha. Hoy, 30 años más tarde, la organización es la primera fuerza sindical en las provincias de Guadalajara y Ciudad Real, aunque aspira a serlo en toda la comunidad autónoma.

Así lo ha asegurado este lunes Luis Manuel Monforte, secretario general de UGT Castilla-La Mancha, durante un desayuno informativo en el que ha asegurado: "Queremos llegar a todas las empresas de la región. Donde hay representación sindical hay menos conflictividad y menos siniestralidad laboral, mejor clima y mejor ambiente, algo que también beneficia a las empresas".

Con más de 3.000 delegados sindicales y un 30,4 % de representación en las empresas castellano-manchegas, según los datos aportados por el secretario de Organización del UGT Castilla-La Mancha, Javier Flores, el sindicato ha dejado claro que no recibe subvenciones para su propio funcionamiento, sino partidas para llevar a cabo programas concretos que benefician no solo a sus afiliados, sino a toda la sociedad.

En ese sentido, a la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), que se ha mostrado crítica en muchas ocasiones contra el dinero que UGT y Comisiones Obreras reciben de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Monforte le ha preguntado "qué entienden por subvenciones".

"Nosotros no recibimos subvenciones, trabajamos con programas de los que también se benefician los afiliados de CSIF. Son mal llamada subvenciones. ¿Dónde está CSIF cuando hablamos de pensiones? ¿Dónde están sus técnicos de prevención? Los funcionarios son muy importantes, pero nosotros tenemos un ámbito de trabajo muy amplio, un nicho de trabajo mucho más allá de la Administración pública", ha añadido.

Blindar el diálogo social

El máximo responsable regional de UGT, además, ha llamado a blindar el diálogo social en Castilla-La Mancha "pese a los vaivenes políticos", alertando de que la "ultraderecha" no cree en él. "Mostramos preocupación por lo que puede pasar en las elecciones generales y también a nivel local y regional. Gobernando la ultraderecha, sabemos lo que está pasando. En Castilla y León ha desaparecido el diálogo social. Se cargaron el sistema de mediación de un plumazo", ha criticado respecto a Vox. 

Sin embargo, Monforte ha reconocido que parte de "la clase trabajadora está votando a la ultraderecha". "En mi forma de entender la vida, la economía, no cabe que un obrero que tiene que luchar todos los días porque se respeten sus derechos vote a un partido que no cree en esos derechos", ha reconocido el dirigente sindical, aunque ha analizado que la izquierda "quizá no esté sabiendo vender sus grandes acuerdos de progreso".

Con el Gobierdo de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos, ha recordado, se ha mejorado la reforma laboral, se ha subido el Salario Minimo Interprofesional (SMI), se ha reformado el sistema de pensiones o se ha firmado el Acuerdo Estratégico de la Negociación Colectiva (ANC).

"Hay que seguir hablando de avances. Las políticas, sean del color que sean, tienen que poner en el centro a las personas", ha insitido Monforte pese a la configuración de nuevos gobiernos locales, autonómicos y nacional. "Cuando se han conseguido avances no se pueden tocar. No se puede tocar la reforma laboral a no ser que sea para mejorar los derechos de los trabajadores", ha añadido.

Respecto a la siniestralidad laboral, siendo Castilla-La Mancha una de las regiones de España que encabezan el triste ranking de accidentes graves o mortales, Monforte ha reconocido que supone un "problema importantísimo", pero ha pedido confianza en el Acuerdo Estratégico de Prevención de Riesgos Laborales.

Sobre este documento, que contiene 111 medidas, ha dicho que "tiene que rodar" y que supone un "cambio de mentalidad", al poner a la persona en el centro de las medidas de prevención.