Esta semana cumplirá medio año de funcionamiento el nuevo supermercado eficiente de Mercadona en Talavera de la Reina (Toledo), concretamente en calle Arco de San Pedro, un establecimiento que vino a sustituir a su antecesor, ubicado en Cañada de Alfares, y que vino a reconvertir un antiguo templo mudéjar del siglo XIII en local comercial.

Con una inversión de más de 7 millones de euros, la puesta en marcha del centro ha contado con acciones dirigidas a conservar y poner en valor varios elementos arqueológicos y arquitectónicos, siempre en línea con las directrices patrimoniales marcadas.

Como ejemplos, se ha integrado su fachada en el entorno urbanístico, se ha procedido a la rehabilitación completa de la antigua 'casa patio', abierta a visitas durante todo el horario comercial de la tienda; se ha instalado una serie de ventanales acristalados en el interior de la sala de ventas, donde se puede apreciar una fachada restaurada de la antigua edificación; y se han restaurado piezas de artesonado con policromías que fueron encontrados en el propio inmueble.

Menos consumo energético

A nivel medioambiental, se han tomado medidas que permiten reducir hasta un 40% el consumo energético respecto al modelo de tienda convencional, debido a la mejora del aislamiento térmico y acústico, optimizando los materiales y el grosor de paredes y techos y con nuevos arcones de congelado más eficientes energéticamente y respetuosos con el medioambiente.

El centro cuenta con nueva charcutería con jamón al corte y envasado, una góndola central en la perfumería para la cosmética especializada, un servicio de zumo de naranja recién exprimido, especialidades de sushi, una nueva sección de horno con rebanadora de pan y pastelería refrigerada o una nueva exposición en la pescadería para los productos de concha, entre otras novedades.

Asimismo, en esta tienda se incorpora la nueva sección 'Listo para Comer', que cuenta con un amplio surtido de platos listos para consumir. Todas las opciones se sirven en envases fabricados con materiales naturales, como la caña de azúcar (material compostable), el cartón o el papel.

Enmarcado dentro de la política de Responsabilidad Social de la compañía, este proyecto supone "un ejemplo añadido al constante esfuerzo de Mercadona por satisfacer a la sociedad donde se implanta y, de esta forma, devolverle parte de lo mucho que recibe de ella", según argumenta la compañía.