Carlos Marín, presidente de Fecir

Carlos Marín, presidente de Fecir

Empresas REACCIONES

Fecir critica la improvisación de las medidas de desescalada y la incertidumbre que generan

29 abril, 2020 21:13

La Federación Empresarial de Ciudad Real (Fecir) ha asegurado este miércoles que las medidas articuladas por el Gobierno Central sobre la desescalada en el ámbito económico son "improvisadas" y no cuentan con los agentes que tienen que intervenir la misma lo que provoca "incertidumbre" entre los empresarios.

"La crisis económica que se está sufriendo y se va a sufrir una vez pase el COVID-19 puede ser tan grande que, una vez escuchadas las medidas del Gobierno, se echa en falta unas medidas precisas sobre lo que tienen que hacer las empresas, Pymes y autónomos en esta futura desescalada", ha señalado el presidente de la patronal empresarial ciudadrealeña, Carlos Marín, en una nota de prensa.

Marín ha señalado que la economía "no es la luz de un pasillo que se apaga y se enciende y las cosas siguen exactamente igual; la economía necesita una desaceleración para pararse, no tan brusca como la de ahora, y una nueva aceleración para ponerse en funcionamiento".

Y ha advertido que esto puede ocurrir si los ERTE terminan de repente al final porque "las empresas van a sufrir unos costes al no tener la actividad que registraban con anterioridad".

En el caso del sector de hostelería, el problema, ha insistido, "es muy grave porque al principio se decía que no iban a tener actividad hasta finales de año y ahora se dice que se puede empezar con un tercio del aforo".

Marín ha recordado que hay que tener en cuenta que la mayoría son Pymes, micropymes y autónomos, que "así no pueden pagar ni los costes" y ha añadido que, cumpliendo las medidas de Sanidad y los consejos de los expertos, "los negocios tendrán que funcionar de una manera u otra, pero hay que dejar claro que esta incertidumbre puede acabar con las empresas".

Por último, el presidente de Fecir ha destacado que la situación es "complicada" porque los créditos del ICO llegan "más despacio a las pequeñas empresas que a otras y, al final, los pagos se acumulan y los ingresos no llegan".