Prácticamente ha pasado una semana desde que el Almagro CF confirmara la no renovación de Tato Giménez y la contratación de Chule Pérez para su banquillo. En este tiempo, el técnico daimieleño ha tenido contactos con dos equipos del Grupo XVIII que se han interesado por sus servicios. "Por el momento solamente son tomas de contacto, lo típico a estas alturas de año. Uno de ellos tiene un proyecto para estar en la parte media-alta y el otro también es ambicioso," asegura.

Mientras tanto, sigue dando vueltas a todo lo ocurrido con el club encajero. Bajo su punto de vista, la no continuidad "hay que aceptarla como deportista que soy" pero no esconde que "tenía ganas de seguir en un equipo en el que cumplí el objetivo, con el que gané donde nadie lo había hecho (Cuenca) y que terminó la temporada con una victoria ante un equipo enrachado (Manchego)." Por ello cree que "mi figura ha salido reforzada de esta etapa."

En lo que no esconde cierto dolor fue en la manera en la que se comunicó la noticia. "Me llamaron por teléfono para decirme que no iba a seguir y a la media hora hacen pública la contratación del otro entrenador. Eché de menos que me lo hubiesen comunicado de manera personal," sentencia el entrenador.