Un partido entre el Sevilla y el Real Madrid en el Sánchez Pizjuán suele ser un choque subido de tono. Ambiente extraordinario, gradas repletas, decibelios al máximo, intensidad casi desmesurada y acciones al límite para ver quién se lleva la victoria, pero este encuentro que en otras condiciones provocaría chispas va a pasar esta vez prácticamente desapercibido. 

Las circunstancias que rodean a este choque que tendrá lugar en Nervión este sábado (19:00 horas) le restan casi cualquier atractivo. El Sevilla tiene la mente puesta en levantar una nueva Europa League la semana que viene que le permita seguir agrandando su leyenda en esa competición, mientras que el Real Madrid ya nada se juega más allá de mantener una segunda plaza que no va a ningún lado a efectos prácticos. 

Por eso, este partido les estorba a ambos conjuntos en el calendario, pero no les queda otra que cumplir el trámite y completar esta penúltima jornada de La Liga. Los andaluces, eso sí, todavía tienen una opción de entrar en posiciones europeas por mucho que sea la plaza de Conference League, así que matemáticamente aún tienen algo en juego. 

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El encuentro también viene marcado por las numerosas bajas que asolan tanto uno como otro bando. Mendilibar no podrá contar con hombres importantes como son Fernando, Jesús Navas o Gueye, aunque estas ausencias preocupan menos sabiendo que tendría que reservarlos igualmente para que estén a punto el miércoles.

En el Real Madrid, por su parte, Carlo Ancelotti también va a tener que tirar de alternativas para confeccionar su once inicial en Nervión. Vinicius y Benzema están lesionados y no viajarán a Sevilla, mientras que la ausencia de Marco Asensio, que además se marchará del conjunto blanco en verano, limita mucho más las opciones en ataque. Carvajal, sancionado, tampoco será de la partida.

Mendilibar y su milagro

El Sevilla todavía puede meterse en Europa a través de La Liga, algo que parece mentira cuando hace no mucho tiempo estaba peleando para evitar el descenso a Segunda División. La temporada iba camino de ser una desgracia. Los hispalenses comenzaron con Lopetegui al frente, a quien destituyeron para traer a Sampaoli, que también fue despedido. 

Entonces llegó Mendilibar en la situación más crítica del conjunto sevillano en los últimos años. El vasco resucitó al equipo de una manera impresionante porque consiguió sacarlo de la zona baja de la clasificación y además le llevó a una nueva final de la Europa League. 

Mendilibar, en la banda de Pizjuán. REUTERS

El Sevilla ahora es un equipo nuevo, con confianza, y aunque no le vaya ni mucho menos la vida ganarle este partido al Real Madrid, a nadie le amarga un dulce. Los hispalenses tratarán de quedarse con los tres puntos en la despedida del Sánchez Pizjuán y así llegar con más moral si cabe todavía al encuentro contra la Roma.

Muchos cambios en el Madrid

El Real Madrid tampoco presentará su equipo de gala en este encuentro, aunque en este caso no será porque no quiera. Las numerosas bajas lastran a los blancos en este final de competición y por eso viajan a Sevilla sin cuatro de sus hombres habituales en el once o en la rotación.

Después del baño de masas y de cariño que se dio Vinicius en el Santiago Bernabéu en el encuentro ante el Rayo Vallecano, el brasileño no disputará el último partido de la temporada fuera de casa. Sus problemas en la rodilla se lo impiden, al igual que tampoco estará Karim Benzema después de que el otro día tuviera que recibir puntos de sutura en uno de sus pies como consecuencia de una desagradable herida. 

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Una de las grandes incógnitas está en ver si, ante tanta ausencia en la parte de arriba, Eden Hazard podrá volver a disfrutar de minutos con la camiseta blanca. El belga podría incluso ser titular acompañando a Rodrygo en el ataque, aunque la otra alternativa es que Mariano pueda aparecer en el once.

En cualquier caso, los blancos, sin motivación alguna, buscarán una victoria que les permita seguir en la clasificación por delante del Atlético de Madrid y mantener la segunda plaza desde aquí hasta el final del curso.