La polémica con las imágenes de El Clásico ha dejado más patente si cabe las diferencias entre el cuerpo técnico del Real Madrid y el del Barça. Durante toda la semana los protagonistas han sido Quique Setién y Eder Sarabia. Esta pareja, lejos de las consecuencias deportivas que tuvo la derrota en el Santiago Bernabéu, ha tenido que salir públicamente ha pedir disculpas a sus jugadores, además de hacerlo en privado, por las formas del segundo en el banquillo y en los entrenamientos.

La apuesta hace cuatro años por la mano blanda de Zidane, buscando la continuidad de los éxitos con Carlo Ancelotti, fue todo un éxito para los blancos. La entidad de Chamartín sumó tres Champions consecutivas y formó un grupo de jugadores que ya están en los libros de historia del club. De hecho, la salida del francés durante una temporada hizo aún más patente que el matrimonio entre el Madrid y el galo es el ideal.

En cambio, desde la salida de Pep Guardiola del banquillo culé, la entidad ha ido dando bandazos con diferentes tipos de entrenadores que, más allá del triplete con Luis Enrique, no han encontrado una continuidad. Josep María Bartomeu vio como su paciencia se agotaba con Ernesto Valverde, que supo darle continuidad al buen rendimiento en Liga que ha demostrado el equipo en la última década, pero que no pudo revertir la situación en Europa que tanto le pesa a la plantilla.

Zinedine Zidane y David Bettoni, durante un entrenamiento EFE

La balsa de aceite

La pareja Zidane - Bettoni se ha ganado al vestuario a base de respeto y contar con toda la plantilla. Los títulos no solo han sido la única razón para ganarse a un vestuario tan complicado como el del Real Madrid. Gestionar los egos, hacer crecer a jugadores, imponer un estilo en la plantilla y convencer a un estadio como el del Santiago Bernabéu no está al alcance de muchos.

El discurso del técnico francés poniendo énfasis en tener a todos sus jugadores en cuenta ha sido vital para conseguir los éxitos que ha logrado en su corta carrera en los banquillos. Demostró que cuando involucras a todos los jugadores, el éxito está más cerca. Zidane entró de dulce en su etapa en los banquillos levantando en su primera temporada una Champions y, ahora, quiere revertir la situación negativa que dejó la campaña pasada.

Su ayudante italiano también se ha ganado el respeto de toda la plantilla con un programa de trabajo metódico pero sin excentricidades como otros antiguos entrenadores que terminaron recibiendo el rechazo de sus jugadores. David Bettoni fue el hombre que convenció a Zidane para inmiscuirse en los banquillos de fútbol y es la persona que más ayuda en la toma de decisiones al francés.

Eder Sarabia, junto a Quique Setién en su etapa en el Betis EFE

'Poli bueno', 'poli malo'

Quique Setien no ha empezado con gran pie su estancia en el banquillo culé. Si bien es cierto que tampoco se ha encontrado una situación fácil por la tensión de la plantilla con la directiva, su idea de juego tan extremista no ha convencido a todos en el vestuario. Unos resultados que tampoco han revertido la situación que dejaba Valverde y estas polémicas están poniendo en tela de juicio la labor del cántabro.

Las formas de Eder Sarabia tanto en el banquillo como en los entrenamientos han terminado por dinamitar públicamente una situación que casi desde el primer momento. Ese carácter que le caracteriza le ha causado más problemas que beneficios. Aunque juntos sumaron una primera gran temporada en el Real Betis, ambos no han conseguido nada más. Además, las seis expulsiones que suma en La Liga son un lastre que le pone en el punto de mira arbitral con sus protestas.

Todo ha terminado con el pliegue público en la entrevista de El Periódico de un cuerpo técnico ante su plantilla. El interés por aferrarse a un puesto que cada vez está más en duda a partir de este próximo verano salvo que Setién le de la vuelta a la situación levantando La Liga y la Champions, deja a la pareja que forma junto a Sarabia enjuiciada para los siguientes proyectos que lleven a cabo. El Clásico sirvió para poner a cada tándem en su sitio.

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