El Real Madrid afrontaba su viaje a Vitoria de cara al compromiso liguero en Mendizorroza ante el Alavés. Los rostros de los hombres de Julen Lopetegui mostraban concentración absoluta, conscientes de la importancia de conseguir los tres puntos tras la mala racha cosechada. Sin embargo, Sergio Reguilón iba a sufrir un percance inesperado.

El jovencísimo lateral izquierdo del conjunto merengue se tropezaba al saludar a su entrenador, justo antes de entrar en el vestuario visitante de Mendizorroza. Esto provocaba alguna risa en algún jugador que le seguía por detrás, concretamente en Kiko Casilla. Tras esta acción inoportuna, Julen hacía su entrada dispuesto a dar la charla previa a los suyos.

Al margen de este tropiezo cómico, las sensaciones de Reguilón sobre los terrenos de juego han sido muy positivas cuando ha tenido minutos. Ya demostró su gran potencial en la pretemporada y, en la última jornada de la fase de grupos de la Champions contra el CSKA de Moscú, afrontó la titularidad en sustitución del lesionado Marcelo, cuajando otra gran actuación.

Reguilón y Fernandes se disputan un balón.

Este sábado, Reguilón se encuentra en el banquillo en Vitoria como posible alternativa contra el Alavés. Nacho ha sido el elegido para ocupar la demarcación de lateral izquierdo, en una línea defensiva que completan Sergio Ramos, Varane y Odriozola, quien ocupa la plaza del habitual Carvajal, también ausente por lesión.

De esta manera, el conjunto de Lopetegui afronta la nueva jornada liguera lanzado a por los tres puntos. De conseguirlo, significaría el fin del calvario de tres partidos consecutivos sin marcar y sin ganar, cuyo origen no es otro que el partido ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán, al que le prosiguieron el derbi contra el Atlético y el CSKA en Champions. Por tanto, la victoria se presenta como clave para volver a recuperar las buenas sensaciones con las que se empezó el nuevo curso, dando más motivos que nunca a su afición para confiar.