La decepción en el Liverpool es mayúscula. Ya no solo por caer en la final ante el Real Madrid, sino también por la pesadilla que eso puede suponer. Después de haber estado a punto de alcanzar la gloria y quedarse a las puertas de conseguir la sexta Champions de su historia, los de Merseyside pueden verse relegados hasta el bombo tres en la próxima edición de la máxima competición continental.

Mientras que los blancos consiguieron, después de la victoria de Kiev, meterse en el bombo de los 'cocos' junto a Barcelona, Atlético de Madrid, Bayern Múnich, Manchester City, Juventus, Paris Saint-Germain y Lokomotiv Moscow, el subcampeón podría caer en picado y tener que pelear, en un grupo de la muerte, por clasificarse para octavos de final.

UN RAYO DE ESPERANZA

Para su consuelo, Jürgen Klopp y sus jugadores todavía cuentan con una opción de entrar en el bombo dos y librarse, de esa manera, de tener que verse las caras con equipos como son el Borussia Dortmund, Oporto, Manchester United, Shakhtar Donetsk, Nápoles o Tottenham Hotspur. Sin embargo, para su desgracia, no dependen de sí mismos. Se tendrían que dar un par de situaciones favorables en la ronda previa de clasificación.

DEPENDEN DE DOS EQUIPOS

Benfica y Basilea, que si se clasificasen para la fase de grupos entrarían en el bombo dos, tendrían que quedar apeados en la fase preliminar. Y tendrían que caer ambos. Que solo uno de ellos sucumbiese no le serviría de nada, puesto que sería la Roma la que se aprovecharía de esa situación y los reds quedarían junto a Olympique de Lyon, Schalke, Mónaco y CSKA de Moscú.