"Otra vez como el año pasado", se pudo pensar al conocer lo que el sorteo había deparado a madridistas y bianconeri. Podría parecer hasta monótono, ya que en las cinco temporadas, se habrán visto las caras en cuatro ocasiones -una en fase de grupos, dos en eliminatorias y la última vez, en la final de Cardiff-. Sin embargo, tanto unos como otros han variado mucho en estos 304 días. El Real Madrid llega con una sola carta que jugar, mientras que la Juventus sigue viva en todas las competiciones.

UNA NUEVA JUVE PARA ASALTAR EL TRONO EUROPEO

Los transalpinos son los que más se han renovado tras recibir un duro correctivo blanco el curso pasado. La superioridad que mostraron los pupilos de Zinedine Zidane, especialmente en una segunda parte para los anales de la historia, tuvo consecuencias para una Juve, que se había visto muy inferior. En verano hubo movimiento. Llegaron grandes futbolistas como Matuidi o Douglas Costa, pero salieron Dani Alves y Bonucci, dos piezas clave para Massimiliano Allegri. Por sanción, no estarán Benatia -sustituto de Bonucci-, ni Pjanic -el motor del cuadro italiano-. En la zaga, presumiblemente, estarán Barzagli y De Sciglio. En la medular, Allegri duda entre cuatro opciones que puedan parchear la baja de un futbolista tan trascendental como el bosnio. Más allá de los cambios, los bianconeri cuentan con algo de lo que no disponían en Cardiff: un precedente al que aferrarse. En 2014 y 2003, las últimas eliminatorias entre ambos contendientes, el Real Madrid cayó apeado.

MISMA BASE, MÁS VARIANTES

Los blancos mantienen, e incluso podrían repetir, el '11' de la pasada final. Pepe, Morata y James Rodríguez se fueron en busca de los minutos que no tenían garantizados en Madrid, y en su sustitución llegaron jóvenes promesas, llamadas a liderar el traspaso de poderes en el campeón. Zidane dispone de los mismos jugadores que partieron de inicio el curso pasado y, además, en el puesto que mayor debate ha generado en los últimos tiempos, tiene -a parte de Isco y Bale- dos opciones reales a elegir. Lucas Vázquez fue uno de los descartes en el Millenium de Cardiff, pero esta temporada ya ha demostrado estar capacitado para ejercer de protagonista en la función, con una brillante actuación en París. Marco Asensio, ídem. El balear fue otro de los elegidos en el Parque de los Príncipes y dio la talla en un escenario hecho a medida para los grandes.