Quién lo ha visto y quién lo ve. Hace apenas unos meses se rumoreaba sobre una posible salida de Isco. El malagueño mostraba cada vez más motivos para ser titular en el Real Madrid. Sin embargo, no parecía poder ganarse un hueco en el once inicial. Nada más lejos de la realidad. Si el exjugador del Málaga ya había terminado la temporada pasada disputando los partidos más importantes desde un inicio, en esta se ha consagrado como un jugador clave para Zidane. Los tiempos en los que Isco era el jugador número doce parecen haber llegado a su fin.

ISCO, TITULAR INDISCUTIBLE

Solo ha habido un partido oficial en lo que va de temporada en el que no se haya podido ver a Isco con la camiseta blanca. Fue ante el Barcelona en la vuelta de la Supercopa de España. Exceptuando eso, el mediapunta lo ha jugado absolutamente todo. Ningún partido de La Liga o de la Champions League se ha perdido su presencia. Ni siquiera en la tercera jornada del campeonato doméstico ante el Levante. En ese caso todo indicaba que el español se quedaría sin disputar minutos para descansar. Sin embargo, las circunstancias obligaron a Zidane a utilizarle para intentar arañar unos puntos.

Isco conduce el esférico

ZIDANE LE ESTÁ DOSIFICANDO

Isco ha jugado diez partidos de los once que lleva el Real Madrid esta temporada. Nueve de ellos como titular. Pero el entrenador francés sabe gestionar muy bien a sus estrellas. Y es que el malagueño solo ha terminado tres partidos: ante el Barcelona, la Real Sociedad -en ambos dio una asistencia- y el Betis. En todos los demás, Isco ha sido sustituido, normalmente alrededor del minuto 70. Es esta dosificación la que está permitiendo al mediapunta brillar como nunca antes. Y es que Isco tiene magia para rato.

EL CAMBIO DE ESQUEMA, LA CLAVE

Uno de los principales motivos por los que Isco vivió tantas suplencias en el Real Madrid fue por el famoso 4-3-3. La delantera formada por Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo se antojaba intocable, y el centro del campo era ocupado por tres pesos pesados como son Modric, Casemiro y Kroos. Sin embargo, Zidane ha ido variando esta formación este curso. Las numerosas bajas arriba -primero la sanción a Cristiano, luego la lesión de Bale y recientemente la de Benzema- han provocado que el francés juegue con un 4-3-1-2. Es en ese puesto entre el centro del campo y la delantera donde Isco ha brillado más. Su juego asociativo, pases entre líneas e imposibles regates le permiten ser el conector perfecto entre ataque y defensa. Una creatividad al alcance de muy pocos, y que en el Real Madrid disfrutan ahora más que nunca.

Isco: "Hubo contactos con el Barça, pero nunca le escuché" by footbie.com