La gran final de la temporada pasada se vuelve a repetir para cerrar el 2018. La lucha que se desembocará en Estambul será para acabar como líder en la primera vuelta de la Euroliga, donde el Fenerbahce es el primer clasificado, con una victoria más que los de Pablo Laso, que intentarán tomar el Ülker Sports Arena como ya pasó la temporada pasada. De no conseguir el triunfo, el Real Madrid acabaría como segundo a dos victorias de los hombres de Obradovic.

Sergio Llull ante el Bayern Múnich DANIEL KOPATSCH Agencia EFE

El conjunto blanco llega de vencer sus dos últimos compromisos ante Bayern Múnich y Panathinaikos, mientras que el cuadro otomano remontó ante el CSKA y se consagró como el claro favorito a llegar al playoff como primer clasificado. El último encuentro liguero de ambos fue una jornada de rotaciones para sus mejores jugadores, ya que el equipo turco dio descanso a Datome y Melli, mientras que el Real Madrid dejó en el banquillo a Ayón y Randolph.

Pablo Laso habló ante los medios y confirmó que "el Fenerbahce te exige física y mentalmente, y más en su campo, te exige al máximo si quieres competir. Muchos de los ojos de la gente van a estar en ese partido, los dos equipos se han ganado en el tiempo ser reconocidos", dijo el técnico vasco. "Todo es un poco más complicado por las fiestas y los muchos partidos. Clasificatoriamente el equipo está bien, es el último partido de la primera vuelta y estar con doce victorias significa que hemos hecho los deberes”, concluyó Laso.

Amenaza en la zona

El duelo en la pintura está servido. Ambos equipos cuentan con los mejores jugadores de Europa en la posición de pívots y ala-pívots. Vesely tendrá que medirse a Tavares, mientras que Randolph tiene la misión de secar a Melli. Los dos conjuntos cuentan con suplentes de lujo como Ayón, Thompkins o Lauvergne, que tendrán la misma responsabilidad cuando estén en la cancha. 

Tavares se levanta para capturar un rebote DANIEL KOPATSCH Agencia EFE

A pesar de que en la parte exterior los dos equipos tienen a los mejores tiradores, el duelo por el rebote y la intensidad defensiva será clave para el devenir del partido, que todo parece indicar que se decidirá en los últimos minutos, como todos los encuentros entre estos rivales la campaña pasada.

El ambiente turco

Las aficiones ayudan a sus equipos a tener una mayor motivación, pero en el Ülker Sports Arena será diferente. El pabellón turco es uno de los más calientes y el Real Madrid deberá reponerse al gran impulso de la hinchada más intensa de todo el Viejo Continente. En la Final Four de Belgrado fue la afición más mayoritaria, la cual abarrotó el pabellón serbio haciendo el reflejo de un avispero. 

Thompkins se levanta para anotar una bandeja ante el Panathinaikos JUANJO MARTIN Agencia EFE

La defensa: clave para ambos entrenadores

Si hay algo en lo que ponen empeño los dos maestros de los banquillos es en la defensa. El técnico serbio quiere una intensidad superior los 40 minutos del encuentro, mientras que el entrenador vasco pide a sus hombres su mejor defensa en los momentos más trascendentales del choque. El duelo entre los dos maestros europeos está servido en una pista que será un infierno para los de Pablo Laso.

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