Luka Modric fue reconocido el pasado lunes como el mejor jugador del mundo por la revista France Football. Añadió el Balón de Oro a la vitrina de sus premios ganados este año, que no son pocos, y entre los que se encuentran el 'The Best' o el Balón de Oro del pasado Mundial de Rusia. La gala fue el broche de oro a su temporada, increíble, en la que hizo historia.

Descansó en Copa contra el Melilla

Modric tuvo su merecido descanso el jueves en Copa. Ha tenido unos días para disfrutar de su premio y conceder entrevistas. En una de ellas revelaba que durante estos días iba a dormir acompañado del Balón de Oro en la mesilla de su cama. Pero también ha tenido tiempo para entrenar. Solari le dejó fuera del equipo contra el Melilla, como a la gran mayoría de los titulares, pero desde el miércoles lleva entrenando con el equipo de cara a este domingo.

Porque La Liga vuelve y Modric tenía que estar con el equipo. Las bajas de Casemiro y Kroos ya son de por sí importantes, como para que el croata tampoco estuviera. Es su primer partido como Balón de Oro, lo que le otorga un aura todavía más especial del que ya tenía. Porque Modric es un mago del balón y tener enfrente a uno de esos siempre impone, pero si además llega con la etiqueta del Balón de Oro...

Luka Modric Balón de Oro 2018 REUTERS

Todavía no ha tenido la oportunidad de ofrecerle el galardón a su estadio el Santiago Bernabéu, ese que este mismo domingo vivirá la Copa Libertadores, y al que sí pisará el próximo miércoles cuando el Real Madrid afronte la última jornada de la fase de grupos de la Champions League contra el CSKA. Ahí podrá recibir el atronador aplauso de todo el coliseo blanco que ya el jueves, pese a que no estuviera, entonó el "¡Lukita, Balón de Oro!".

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