Gerard Piqué es un dolor de cabeza para España, la Selección y para Sergio Ramos. Compañeros en la Selección, es innegable que entre ambos siempre ha existido una tensión fruto de la rivalidad Real Madrid - Barcelona, pero con el combinado nacional siempre se ha visto una relación más cordial que ha dado pie incluso a verles a ambos riéndose juntos.

RAMOS PROTEGIÓ A PIQUÉ

Sin embargo, desde hace tiempo, el aura que desprende Piqué en la Selección siempre genera polémica. Sus continuos desafíos al estado español levantaron al público que le pitaban allá por donde pisaba con la elástica roja, lo que llevó a tomar la decisión de retirarse de manera internacional del Mundial del próximo verano. Pero, inesperadamente, en la última concentración de España, Ramos abanderó una campaña que contó con el apoyo del resto de internacionales madridistas para terminar con los silbidos en, ni más ni menos, el Bernabéu.

Todo parecía olvidado. Las pullas que ambos se lanzaban continuamente durante mucho tiempo se creían olvidadas con este capítulo. Solo una nueva salida de tono de Piqué podría alterar el estado de tranquilidad que reinaba y eso es lo que ha ocurrido. Poco tiempo le ha costado para volver a estar en el ojo del huracán.

PIQUÉ DEJA EN MAL LUGAR A RAMOS

Y ¿en que lugar deja a Ramos esto? El capitán de la Selección ve como sus esfuerzos para normalizar la situación quedan en vano por culpa de Piqué. Su respuesta fue muy sosegada para lo que pudo ser. Un tirón de orejas sutil con un toque de decepción. Lo de Piqué es un asunto que se le escapa de las manos por culpa de la actitud del culé y la paciencia se le empieza a agotar. Le defendió públicamente una vez pero dos ya no. Él mira por el bien de la Selección y empieza a darse cuenta que Piqué no es ningún bien. 

Sergio Ramos, mejor defensa de la Champions League 2016/17 by footbie.com

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