
Fondo de pantalla de Windows 10 El Androide Libre
Microsoft la lía con el fin de Windows 10: "va a ser el mayor salto en ordenadores tirados a la basura de la historia"
Una petición pública denuncia que Microsoft es capaz de extender el soporte de Windows 10, pero no lo hace por negocios.
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Quedan ya pocos meses para el fin de Windows 10. El que todavía es el sistema operativo de ordenador más usado en España será abandonado por Microsoft y no recibirá más actualizaciones de seguridad, poniendo en peligro a sus usuarios.
El gran problema es que Windows 10 sigue siendo un sistema perfectamente usable para millones de personas, que no tienen ningún interés en cambiar de sistema; peor aún, muchas ni siquiera pueden actualizar si quisieran, por culpa de los elevados requisitos de Windows 11.
Finalmente, la semana pasada Microsoft decidió dar marcha atrás, al menos parcialmente, anunciando la extensión del soporte de Windows 10 durante un año más, ampliando al público general el programa ESU de soporte extendido de pago.
Sin embargo, esta noticia no ha sido bien recibida por los críticos, que afirman que no es tan bonita como parece y que en realidad, deja al descubierto que la decisión de abandonar Windows 10 "no es técnica, sino de negocios".
Esa es la acusación de Lucas Rockett Gutterman, director de la campaña "Designed to Last" ('diseñado para durar') que el año pasado presentó una petición pública en el Public Interest Research Group (PIRG) para ampliar el soporte de Windows 10.
En esta carta pública, los firmantes avisan al CEO de Microsoft, Satya Nadella, que el fin de soporte de Windows 10 es un mal trato tanto para los usuarios, como para el planeta; alertan que el 40% de los ordenadores no puede actualizar a Windows 11.
Ahora, Rockett ha destacado a The Register el hecho de que Microsoft no haya simplemente extendido el soporte de Windows 10 durante tres años, teniendo en cuenta que de todas formas ya se ha comprometido a ello para las empresas.
Microsoft abrió el programa ESU para ofrecer soporte extendido a sistemas sin soporte; dura tres años, pero supone que las empresas tendrán que pagar 61 dólares por dispositivo, una cifra que será duplicada cada año que pase.
Ahora, Microsoft ha decidido extender al público general el programa ESU a los usuarios normales, que tienen la opción de pagar 30 dólares por un año de actualizaciones, o seguir ciertos pasos como subir sus datos a la nube de Microsoft.
Sin embargo, a nadie se le escapa que estas opciones sólo aportan un año más de soporte, y no los tres años de los que Microsoft es capaz; de ahí que Rockett haya lanzado estas acusaciones contra la compañía, de que no está ofreciendo más soporte para forzar a los usuarios a comprarse un ordenador nuevo con Windows 11.
Desde el principio, el mensaje de Microsoft estuvo claro: la compañía prefiere que los usuarios den el salto a Windows 11, con sus funciones de IA como Copilot que le permiten obtener ingresos adicionales por suscripciones a su servicio Microsoft 365.
Sin embargo, la petición de PIRG alerta que esta decisión terminará con el "mayor salto en ordenadores tirados a la basura de la historia", por la cantidad de equipos que no pueden instalar la actualización a Windows 11.
Rockett destaca que Microsoft ya ha realizado algunas concesiones, pero lamenta que la compañía no haya simplemente ofrecido un mayor soporte a los usuarios de Windows 10 de manera automática, o que no haya reducido los requisitos de Windows 11.