La batería nuclear de Betavolt

La batería nuclear de Betavolt Betavolt

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El invento para que no tengas que volver a cargar el móvil nunca más: una batería nuclear en miniatura

Una startup afirma haber desarrollado una minúscula pila nuclear, que en el futuro se podría usar incluso en dispositivos como smartphones.

18 enero, 2024 02:07

La batería sigue siendo el punto débil de los smartphones y otros dispositivos inteligentes modernos. Es el único componente que se deteriora con el uso de manera notable para el usuario medio, y que suele determinar el tiempo de vida del dispositivo; por mucho que el usuario se tome la molestia de cuidar la batería, es inevitable que pierda capacidad y rendimiento con el paso de los meses.

Esta molestia se está dejando notar especialmente en los últimos años, ya que los nuevos móviles y sistemas operativos están diseñados para durar más tiempo que nunca; el nuevo Google Pixel 8, por ejemplo, promete siete años de actualizaciones de Android, pero es inevitable que el usuario tenga que cambiar la batería al menos una vez durante ese periodo de tiempo (dependiendo del uso, posiblemente más), con el coste y la molestia que conllevan.

A eso hay que sumar la tarea que tienen que realizar todos los usuarios de smartphones: recargar la batería, en la mayoría de los casos todos los días. Aunque nuevas tecnologías como la carga inalámbrica facilitan mucho el proceso, sigue siendo algo que tener en cuenta si no queremos quedarnos sin batería en el peor momento posible.

Segura y sin radiación

Aunque existen varios proyectos y soluciones potenciales a este problema, la última que viene de China es la más impactante de todas, al estar basada en energía nuclear; en efecto, la idea es que tengamos la misma energía que un reactor nuclear en miniatura, y la principal ventaja es obvia: nunca nos quedaremos sin batería.

El proyecto ha sido revelado por la startup basada en Beijing, Betavolt, que afirma haber dado un gran paso en la miniaturización de los componentes necesarios para semejante innovación. Para ello, ha combinado el isótopo radioactivo de níquel 63 con el primer semiconductor fabricado en China basado en el diamante. La batería está compuesta por varias capas de esos componentes en una caja de apenas 15 mm x 15 mm, terminando en contactos eléctricos para conectar el dispositivo que requiera la energía.

Esquema interno de la batería nuclear

Esquema interno de la batería nuclear Betavolt

Según Betavolt, este prototipo de batería nuclear es capaz de generar electricidad por sí sola de manera estable durante un periodo de 50 años; como se basa en el isótopo radioactivo para conseguir energía, no necesita ser recargada ni mantenida durante décadas. La batería es capaz de proveer un voltaje de 3 voltios durante todo ese periodo de tiempo, y es capaz de producir 100 microvatios de electricidad. Evidentemente, eso no es suficiente para hacer funcionar un móvil moderno, pero en este caso lo importante ha estado en dar el primer paso hacia una batería nuclear. Además, tiene la ventaja de ser capaz de funcionar en un gran rango de temperaturas, de entre -60C y 120C.

En Betavolt son conscientes de los miedos asociados con la energía nuclear, pero afirman que su batería es "completamente segura y no tiene radiación externa", y que incluso se podría usar en dispositivos médicos como marcapasos y corazones artificiales. Sobre la cuestión ecológica, responde que una vez que el isótopo níquel 63 decae, se convierte en un isótopo estable de cobre no radioactivo y que no supone un riesgo para la vida ni para el entorno. También aseguran que no explota ni se incendia en caso de penetración, a diferencia de las baterías de ion de litio actuales.

Además de dispositivos médicos, sus creadores plantean el uso en smartphones y llegan a hablar de drones que podrían volar de manera continua y sin necesidad de parar a los 15 minutos como los modelos actuales. Estas baterías son modulares, así que pueden unirse en grupos de docenas o incluso cientos, en serie y en paralelo, para crear baterías más grandes y de mayor capacidad.

Proyecto con tintes políticos

En realidad, esta no es la primera batería nuclear ni mucho menos, y el concepto es casi tan viejo como la propia energía nuclear. Tanto soviéticos como estadounidenses ya desarrollaron sus propios dispositivos durante la Guerra Fría, en busca de una solución a la creciente dependencia de dispositivos electrónicos en lugares o situaciones sin acceso a la red eléctrica. De hecho, algunas baterías termonucleares llevan años siendo usadas en el sector aeroespacial; sin embargo, no es una tecnología que esté al acceso del consumidor, tanto por seguridad como por los costes asociados.

Betavolt cree que el futuro, concretamente el futuro de China, pasa por el uso de baterías nucleares que permitan el uso constante de dispositivos electrónicos sin límite de tiempo. La startup es entusiasta al asociar su proyecto con los objetivos del gobierno chino, concretamente con el "14º plan de cinco años" presentado en el 2021 para acelerar el desarrollo económico y tecnológico del país; entre los pasos propuestos se encuentra "civilizar" la energía nuclear para hacerla más accesible y el desarrollo de tecnologías nucleares multipropósito.

Este anuncio también se realiza en un momento en el que el gobierno estadounidense ha impuesto serias limitaciones a las empresas tecnológicas para hacer negocios en China, con el objetivo de evitar que el gigante asiático gane ventaja en nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial. En respuesta, Betavolt presenta su batería nuclear como la demostración de que China puede liderar la próxima revolución de la IA, con dispositivos que tendrían la energía necesaria para ejecutarla de manera local.

El siguiente paso en el plan de Betavolt será crear una batería nuclear que consiga 1 W de potencia, lo que podría ser suficiente para algunos aparatos electrónicos de bajo consumo, para el año 2025.

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