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Facebook espía las conversaciones privadas de Messenger e Instagram

Facebook asiste al desmoronamiento de su estructura de privacidad. Tras los escándalos de filtrado de datos la compañía admite que espía los chats privados.

5 abril, 2018 14:40

La estructura social que ha creado Facebook de la nada, y que después fue adquiriendo a golpe de talonario, es inmensa. Información que dejan los usuarios en sus perfiles, contactos que se establecen entre dichos usuarios, actualizaciones de estado, fotos compartidas… Toda esa información es una mina de oro para la empresa. También supone una brecha enorme de seguridad: cualquiera puede compartir lo que desee, incluso aunque resulte peligroso para los propios usuarios.

¿Cómo detectar y eliminar el contenido peligroso? Analizando lo que se comparte para encontrar parámetros que encajen con mensajes terroristas, xenófobos, con maltrato o con pornografía infantil, por ejemplo. Y estas son las razones que da Facebook para escudarse en lo último que conocemos de la red social y sus aplicaciones: la empresa espía y analiza nuestros mensajes privados.

Instagram y Facebook Messenger los utilizan millones de personas al día para enviar muchísimos más millones de mensajes y de fotos. Los chats no están cifrados de extremo a extremo por defecto (en Messenger hay que activar manualmente dicho cifrado), de ahí que los bots de Facebook puedan colarse para analizar lo que se comparte en pos de detectar actitudes no permitidas.

Facebook admite que analiza todos los mensajes privados de Messenger y de Instagram

Y no solo lo admite, sino que cualquier usuario lo acepta al utilizar ambos servicios. Así lo detallan sus condiciones de uso y de privacidad, tanto de la propia Facebook como matriz como las de Instagram. Una frase de la política de privacidad de esta última lo deja bien claro: «Reconoces y aceptas que tu relación con Instagram no es confidencial«. La privacidad no existe.

La polémica surgió tras una entrevista al CEO de FacebookMark Zuckerberg. Mark afirmaba, en relación a los mensajes de odio durante los genocidios de Myanmar, que había detectado y bloqueado varias de esas conversaciones. Mark confirmó lo que ya sospechábamos:

«Nuestros sistemas detectan qué pasa. Detenemos esos mensajes para que no continúen».

¿Cómo lo hacen? la respuesta llegó días más tarde en un artículo de Bloomberg. El medio preguntaba a un portavoz de Facebook Messenger por la polémica y este le respondía aclarando definitivamente el tema. Y es que, aunque los mensajes son privados, Messenger analiza dichos mensajes utilizando las mismas herramientas que Facebook en pos de encontrar rastros de abuso, violación de las condiciones de uso o por si pusieran en riesgo a otros usuarios. Esto también ocurre con las fotos.

«Nuestros sistemas automatizados analizan cada foto utilizando tecnología de detección para encontrar coincidencias con las imágenes de abuso infantil. Lo mismo ocurre con los enlaces: los analizamos en busca de malware o virus».

Facebook analiza todo lo que circula por su red social así como lo que ocurre en Instagram o Facebook Messenger, tanto da que sea el Timeline como los mensajes privados. No puede entrar en los chats de Messenger que están cifrados de extremo a extremo, como es obvio, pero sí en los demás. Los espía sin que en ningún momento se utilice el contenido para relacionarlo con anuncios o venderlo a otras personas. Al menos eso es lo que dice Facebook.

Facebook no puede espiar los mensajes de WhatsApp: estos están cifrados de extremo a extremo

Una de las ventajas de WhatsApp es que la aplicación de mensajería cifra los mensajes de punto a punto, por lo que solo quienes intervienen en la conversación pueden leerlos. WhatsApp no puede espiar las conversaciones, pero sí acceder a los perfiles de quienes intervienen en el chat y ver sus números de teléfono o nombres, por ejemplo.

Facebook se enfrenta a la mayor crisis de confianza de su historia sin que esté dando muestras de saber solucionarla. Tiene demasiada información de sus usuarios y lleva utilizándola durante años. Ahora, cuando le ha explotado el melón de la privacidad, debe encontrar la mejor manera de equilibrar su fuente de ingresos con la confianza de sus usuarios. Que digan tan alegremente que espían las conversaciones privadas no ayuda, por mucho que sea «por nuestra seguridad».