Cuando Samsung empezó a disminuir el tamaño de su catálogo las gamas o categorías de precio empezaron a ajustarse. Aunque hay más modelos los principales entraban dentro de las familias Galaxy S, Galaxy A y Galaxy J.

Esas tres familias establecían los escalones de precio básicos. Así, la más económica sería la familia J, la más cara sería obviamente la S y en medio quedarían los Galaxy A, intentando contentar a un público que es exigente pero que no quiere, o no necesita, tener lo último.

Este año hemos visto cómo los Galaxy A han heredado prestaciones de la familia S del año pasado como la resistencia al agua y el año que viene veremos algo similar.

Pantalla infinita y doble cámara

Para los Samsung Galaxy A 2018 se espera un rediseño en el frontal que afectará también a la parte trasera. El cambio estético producido en los Galaxy S8 y Note 8 llegaría al siguiente escalón. La pantalla infinita, que es como Samsung ha denominado a su intento de eliminación de marcos en el frontal, estaría presente en los A 2018.

También se implementarían las cámaras dobles, si bien quizás no en toda la gama sí al menos en algunos modelos. Junto este cambio trasero veríamos otro, el del sensor de huellas que ya no cabría en la zona frontal.

El precio a pagar, nunca mejor dicho

Pero todas estas mejoras, de las que se lleva hablando ya un tiempo, no serían gratuitas.

El coste de los terminales de esta familia para el año que viene sería superior al que hemos visto este año, según el analista Eldar Murtazin. Y no hablamos de una ligera subida sino de un incremento sustancial que se notaría de forma obvia.

Esta subida de precio colocaría a los Galaxy A más cerca de los Galaxy S que también subieron de precio. Si los Galaxy S rondan los 800 euros en el momento de lanzamiento y los Galaxy J están entre los 200 y los 300 euros no sería descabellado esperar que los Galaxy A se quedaran en el medio, en los 500 euros. El Samsung Galaxy A5 2017 se valoró en 429 en el momento de su presentación.

No obstante eso los alejaría del nicho de usuarios que busca terminales de buena calidad a un precio si bien no bajo, quizás sí ajustado. Samsung dejaría una horquilla grande en una franja de precio jugosa, a no ser que los Galaxy J de 2018 la cubran.