Cómo sabe una web que eres humano cuando pulsas en «No soy un robot»

Cómo sabe una web que eres humano cuando pulsas en «No soy un robot»

Noticias y novedades

Cómo sabe una web que eres humano cuando pulsas en "No soy un robot"

¿Cómo sabe una web que soy humano si sólo he hecho click en "No soy un robot"? Te explicamos la magia detrás del botón Captcha de Google.

4 abril, 2017 19:56

¿Cómo sabe una web que soy humano si sólo he hecho click en «No soy un robot»? Te explicamos la magia detrás del botón Captcha de Google.

Los bots y demás robots pueden ser un auténtico problema para ciertas páginas web y servicios. Pueden intentar saturarla o utilizarla de un modo indebido. Por eso, las páginas web necesitan un sistema que distinga a los humanos de los robots. Y por eso existen los captcha en Internet.

Los famosos captcha, también conocidos como el botoncito que indica que «no soy un robot», son el método utilizado para filtrar a los robots. Primero nos hacían reconocer un texto ilegible para una máquina. Después han pasado a pedirnos que identifiquemos imágenes. Y ahora basta con pulsar sobre un botón. ¿Pero como funcionan? ¿Cómo pueden saber que no soy un robot?

Cómo funciona el captcha, un secreto bien guardado

El funcionamiento de un captcha es sencillo pero complicado al mismo tiempo. Antes, cuando nos pedían hacer cosas, pasar la prueba significaba ser humano. Pero ahora sólo tenemos que hacer click sobre una casilla. No hay letras que identificar u objetos que reconocer. ¿Cómo lo hace, entonces?

Google jamás nos dará una respuesta oficial. Mantener en secreto cómo funciona un captcha es vital para que sea efectivo. Pero podemos deducir qué elementos utiliza para distinguir entre humanos y simples bots automáticos:

  • Comprueba si estamos registrados en nuestra cuenta de Google,
  • Analiza el patrón de navegación que hemos seguido en la página web, como:
    • Cómo navegamos por la página web
    • Qué hemos hecho en la página web
    • Cuántas veces hemos hecho algo en la página web
  • Analiza nuestros datos de usuario, como la IP o las cookies almacenadas,
  • Y utiliza algoritmos secretos.

Toda esa combinación de elementos es la que intenta clasificarnos como un humano o un bot cuando pulsamos sobre la casilla. Si nos identifica como un bot, tampoco es el fin del mundo. El sistema recurrirá al elemento más clásico, y nos pedirá que identifiquemos una imagen. Si la superamos, nos pondrá como humano, a pesar de no haber pasado la valoración inicial.

¿Cómo se esquivan los captcha?

Aunque, a pesar de su existencia, los bots siempre han estado trabajando para esquivar estas restricciones, existen varias formas por las que los bots intentan saltarse el captcha y parecer humano:

  • Teniendo una base de datos de los resultados a las pruebas que pone el captcha, y completando según se encuentre una prueba u otra.
  • Pagando a gente para que resuelva la prueba a través del bot según llega. Existen servicios que se dedican a automatizar este proceso de resolver captchas, usando usuarios a los que se les paga unos céntimos por captcha resuelto.

Este es el motivo por el que hacer un captcha es tan complicado. Y por lo que gigantes como Google invierten tanto dinero y recursos en crear estos sistemas. Porque se trata de un campo complicado de verdad, y requiere mucho dinero y esfuerzo hacer un sistema efectivo.

¿Cuál es el futuro del captcha? ¿Cómo reconoceremos a humanos?

El captcha, de cara al usuario, siempre ha sido una molestia. Son pasos extra para hacer una acción, aumenta el tiempo que pasamos en la página e incluso nos incordia cuando sale alguno que no podemos resolver. Por eso, Google plantea un futuro sin ellos. Por lo menos, que veamos nosotros.

Como podemos leer en Omicrono, Google ha combinado aprendizaje automático (el de la inteligencia artificial), análisis de riesgos y patrones de navegación para crear un captcha invisible. Sólo cuando dude aparecerá y nos hará completar un rompecabezas, de forma similar a ahora. Sólo que no llegaremos a verlo en ningún momento, porque estará escondido a menos que sea necesario.