Hace unos años la portabilidad en el móvil era la gran fiesta en España. En cuanto se acababa un contrato de permanencia, pedías la portabilidad a otra compañía y tenías garantizado un buen terminal a un precio muy ajustado, ya fuese porque tu nueva operadora te lo financiaba o por la contraoferta de la actual. Lograr un terminal de alta gama a un precio inicial asequible era muy sencillo.

Sin embargo, en los últimos cuatro años la portabilidad ha caído de forma notable debido a dos cosas: la convergencia y la eliminación de las subvenciones de los terminales nuevos por parte de Movistar y Vodafone. Sin embargo, entre abril y junio la tendencia ha cambiado, con una portabilidad de 1,33 millones de usuarios, un 4,6% superior al mismo periodo de 2015 -1,28 millones-, según datos de la CNMC.

La convergencia, un golpe a la portabilidad en el móvil

En 2012 Movistar fue la primera compañía en eliminar los subsidios a los smartphones, un movimiento que siguió Vodafone poco después. Era el final de los «móviles gratis» (nunca se pondrán suficientes comillas a este «gratis»), uno de los principales atractivos para muchos usuarios a la hora de cambiar de operadora, más allá de algún enfado por alguna gracieta de alguna de estas siempre ejemplares compañías.

Pero este no fue el único golpe que recibió el concepto de portabilidad. Unos meses después, a mitad de 2013, nació Movistar Fusión, iniciando la convergencia de servicios, en las que un operador unificaba telefonía móvil y fija, Internet y televisión en un único paquete. Vodafone One y la tarifa canguro de Orange fueron las respuestas a este movimiento. De esta forma, el cliente quedaba mucho más fidelizado al estar vinculado a cuatro servicios en vez de solo a uno.

España es uno de los países en el que más éxito ha tenido esta estrategia, gracias en gran medida a que Movistar, líder del mercado, ha sido la gran abanderada. Este movimiento causó un auténtico terremoto llegando a alcanzarse 1.700.000 portabilidades en el segundo trimestre de 2013 -muchos clientes cambiaron de operador para acabar en su proveedor de banda ancha- pero desde entonces la movilidad en el mercado ha ido cayendo. Hasta ahora.

Las operadoras, grandes beneficiadas de la caída de la portabilidad

La reducción de la portabilidad era una bendición para los tres principales operadores -Movistar, Orange y Vodafone-, que ven como la competencia se reduce y no necesitan hacer unas ofertas tan agresivas y ahorran costes tanto de comisiones de distribución como de administración. Además de que su posición dominante en el mercado se ve menos amenazada por otros actores. El nuevo repunte en la movilidad de los clientes es una mala noticia para ellas.

Sin embargo, todo esto hay que tomarlo con mucha precaución. Se trata de un dato sorprendente y sin una causa aparente, y reducido a únicamente dos meses -y la tendencia global de 2016 sigue siendo un descenso en la portabilidad-, pero lo cierto es que se trata de una anomalía llamativa cuya evolución habrá que seguir, ya que de seguir así puede desembocar en una nueva lucha entre las operadoras en la que el ganador siempre será el consumidor.

Fuente Expansión