
El iPhone original El Androide Libre
Los fabricantes Android acaban dando la razón a Apple: así han evolucionado durante 17 años para parecerse al iPhone
Desde que Apple lanzó el primer iPhone hemos visto cómo los móviles de otras marcas cada vez se han ido asemejando más a él, en prácticamente todo.
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El lanzamiento del iPhone original causó bastante revuelo en el sector de la electrónica de consumo. Pero no porque los rivales vieran a Apple como un competidor, sino casi por lo contrario. En Estados Unidos, Steve Ballmer, entonces CEO de Microsoft, se burló por su precio y por no tener teclado físico. Pero resultó un éxito, incluso en España aunque a nuestro país no llegara la primera generación.
La apuesta de la empresa de Cupertino fue arriesgada, al ofrecer algo diferente a lo que había en el mercado, al menos en el masivo. Los smartphones no eran algo nuevo en 2007, ya había algunos de principios de siglo, pero estaban enfocados a usuarios corporativos. Apple acercó el uso a los usuarios de a pie de una manera sencilla.

El Androide Libre
La simplificación del cuerpo del móvil, con una pantalla que ocupaba casi todo el frontal y con un diseño innovador marcaron un antes y un después. Poco a poco, las burlas fueron tornándose en preocupación. Y más tarde en admiración. Y ahí empezaron las copias.
Nada de teclado
Antes de que Apple llegara al mercado, lo normal era tener móviles inteligentes, con sistema operativo propio y aplicaciones y programas, con teclado físico. Los móviles de Nokia eran un buen ejemplo. El Nokia 7650 tenía un teclado retráctil y el 3650, una versión más juvenil del mismo, un teclado circular.
Pero los reyes del momento eran las Blackberry, que dieron el salto desde el mundo empresarial al juvenil, con millones de usuarios usando el sistema de mensajería corporativa para chatear en un momento en el que las apps como WhatsApp aún no habían despegado. Por eso ofrecer un móvil con teclado virtual era algo extraño, y arriesgado.

La versión final del HTC Dream era más 'seria' y apropiada para negocios
Pero a Apple le salió bien. Poco a poco la industria se dio cuenta de que si eliminaba el teclado reducía la complejidad de fabricación, permitía el uso de pantallas de mayor tamaño y, además, podía modificar los teclados virtuales en función del país, el idioma, etc.
Batería integrada
Otro de los grandes cambios, que tardó más en llegar, fue la apuesta de Apple de no permitir el intercambio de baterías. Los iPhone estaban cerrados y para cambiar la pila de combustible hacían falta herramientas y ciertos conocimientos. El resto de marcas permitía el cambio de manera sencilla, lo que en la época era cómodo y se agradecía porque la autonomía no era muy alta.

Batería extraíble el LG G5 El Androide Libre
Aunque en los primeros años marcas como LG o Samsung siguieron ofreciendo sistemas de batería reemplazables, al final todas las marcas acabaron por abrazar la idea de Apple, logrando una construcción más sólida y, con el tiempo, teniendo la oportunidad de ofrecer resistencia al agua en sus móviles.
Nada de ampliación de memoria
Otra de las decisiones más controvertidas de Apple fue la de no permitir ampliar la memoria con tarjetas SD. Esto era una práctica común desde el inicio dado que la memoria integrada en los móviles no era muy grande. Aún hoy muchos smartphones Android permiten el uso de tarjetas microSD, pero es cierto que gracias a los almacenamientos que ahora tenemos disponibles ya no es imprescindible.
Eso sí, en los modelos de gama alta de todos los fabricantes, los que compiten directamente contra los iPhone, las tarjetas de memoria son cosa del pasado. Es cierto que, como hemos dicho, ya no son imprescindibles, pero que no tengamos ni la opción de ponerlas es una clara victoria de Apple.
Adiós al jack de auriculares
Pese a que el iPhone original sí que tenía jack de auriculares para poder usar los que venían en su caja de venta, al cabo de pocas generaciones Apple lo eliminó, y poco a poco el resto de marcas fueron haciendo lo mismo. La entonces creciente y nueva industria de los auriculares inalámbricos se vería aumentada por la imposibilidad de usar unos con cable, al menos sin adaptador.

Uno de los últimos modelos de iPhone con jack de auriculares El Androide Libre
Por otra parte, el quitar esa zona de los móviles permitía, al menos en teoría, tener más espacio interno para poder usarlo en otros componentes, como una batería mayor, hacer el móvil más delgado... Actualmente el uso de auriculares con cable es residual, aunque la generación Z lo esté trayendo de vuelta por una moda que tiene que ver más con la nostalgia que con la utilidad.
Subiendo el precio
Que los iPhone siempre han sido móviles de coste elevado no es algo que coja a nadie por sorpresa. El primero costaba unos 500 dólares y ya se mostraba como un terminal de precio demasiado alto. Poco a poco eso fue subiendo y vimos cómo se traspasaba la barrera de los 1.000 euros.
No pasó mucho tiempo hasta que los fabricantes de móviles Android lo imitaran, y actualmente el precio de un gama alta supera por mucho esa cifra. No es raro ver modelos de 1.200 euros o más, incluso variantes que rozan los 2.000 euros. Y con los aranceles de la administración Trump puede que estemos a las puertas de una nueva gran subida.
Android y ROMs
Pero la influencia de Apple no se da sólo en el ámbito del hardware, sino también del software. En el inicio Android era un sistema muy abierto, que tenía una vibrante escena de ROMs que modificaban el sistema. Esto no ha desaparecido, pero sí que se ha reducido de manera increíble. Hasta Google ha avisado recientemente de que mantendrá el desarrollo de Android en privado.

La tensión al flashear una rom es indescriptible El Androide Libre
No obstante, sigue habiendo opciones dentro del ecosistema dado que las marcas siguen desarrollando sus propias versiones de Android, más que nada con funciones añadidas y una estética diferente, pero ofrecen algo diferente. Con todo, Android se ha ido pareciendo cada vez más a iOS pero también iOS a Android. Aquí el cambio en es en ambas direcciones.
Aplicaciones externas
También en lo que al uso de aplicaciones externas Google está avanzando hacia lo que siempre ha sido iOS: un ecosistema cerrado. Obviamente, por ahora no podemos asemejar Android a iOS en este aspecto, pero sí que cada vez están más cerca. Por motivos de seguridad, y por otros, Google está haciendo que cada vez sea más incómodo usar aplicaciones externas en los móviles.
Los APK aún se pueden instalar de forma sencilla, pero cada vez nos acercamos más a un escenario en el que eso será, cuanto menos, difícil, y cuanto más, imposible. En ese momento estaremos cerca de lo que viven actualmente los usuarios de iOS, que sólo pueden instalar apps desde la tienda de Apple (y las alternativas a las que obliga la Unión Europea).