Reconocer los permisos de Android y tus aplicaciones es un truco muy útil para poder discernir si una app es segura o no. Sólo consiste en mirar.

¿Qué hay que mirar exactamente? Pongamos un ejemplo. Descargamos una app de maquillaje. No es difícil reconocer los permisos lógicos de esta app: almacenamiento y cámara. Pero ahora, en la instalación, vemos que nos exige otros permisos algo más extraños, como la ubicación o los contactos.

Esta es la base de saber reconocer los permisos de Android necesarios y más vitales para tu seguridad. Saber qué permisos son más lógicos con una aplicación y cuáles representan un agujero en nuestra privacidad. Y para ello hay que, simplemente, pararse a leer.

Los permisos de Android deben ir acorde con las apps

Cuando vamos a instalar una aplicación de la Google Play Store, usualmente nos hablan de los permisos que necesita la aplicación para funcionar en nuestro Android. Lo que hacemos el 90 por ciento de los usuarios es instalar y olvidarnos del problema, aunque sea algo erróneo.

Esto no quiere decir que porque una aplicación nos pida permisos debe ser maliciosa, todas las necesitan. Pero hay que leer qué permisos nos pide y sobre todo, tener en cuenta qué tipo de aplicación es y pensar un poco.

Pongamos otro ejemplo. Tenemos Mirror Lab, una app de filtros con estilo espejo. Cuando la instalamos nos pide varios permisos, como la cámara y el almacenamiento. Antes de que salten las alarmas, hay que pensar en el funcionamiento de la aplicación.

Mirror Lab es una app de filtros fotográficos, por lo que lógicamente necesitará nuestra cámara para sacar fotos y el almacenamiento para cargar las que no saquemos en el momento. Entonces realmente no hay problema, ya que de no tener permisos de esa índole, Mirror Lab no funcionaría.

Ahora, pongamos un último ejemplo. Descargamos un organizador de archivos al estilo Solid Explorer, por ejemplo. Como es lógico, nos pedirá permisos para el almacenamiento y como mucho para el teléfono, ya que de ser de pago tendrá que revisar la licencia, como es el caso de la app mencionada.

Pero vemos que nos pide más. Pongamos que nos pide detalles como leer SMS o acceder a nuestros contactos. Es aquí donde debemos razonar. ¿Para qué querrá esta aplicación de organizador de archivos leer mis SMS o acceder a mis contactos?

Es en esos momentos en los que o bien desinstalar la app, o bien no instalarla, o bien denegarle los accesos. Hay que saber diferenciar la utilidad de la app con los recursos que le otorgamos, ya que el límite que le pongamos determinará la línea donde se desvanece nuestra privacidad.

Si una app realmente necesita un permiso debemos saber reconocerlo al momento

Aunque esto claro está no nos exhime del peligro. Hasta que Android P haga su aparición, las apps en Oreo y versiones anteriores podrán acceder en segundo plano a estos permisos que necesitarán en el uso de la app, a si que hay que tener cuidado qué apps instalamos y desde dónde las instalamos.

A si que os instamos a que cuando vayáis a instalar una aplicación o reviséis vuestros permisos, leed bien lo que os pide una aplicación y discernid si realmente ese permiso que le estáis concediendo es imprescindible para su uso o no.

Además, el saber descargar las apps desde los sitios correctos es vital. Procura siempre instalar desde sitios especializados como la Play Store o en su defecto en APKMirror y siempre lee lo que una app te pide antes de dejarle entrar en tu dispositivo. Con eso en mente, no habrá nadie capaz de invadir tu privacidad.