El juego de supervivencia Don’t Starve supone una auténtica obra de arte para aquellos que sepan apreciarla. ¿Has jugado a Minecraft? Prepárate para su versión más oscura.

Ya ha pasado el auge de los juegos de supervivencia. Este tipo de títulos tuvieron su gran apogeo hará un tiempo, pero no por su baja popularidad a día de hoy dejamos de ver variantes impresionantes. El juego que os traemos hoy es la clara confirmación de ello: Don’t Starve.

Este juego es un título de supervivencia pero que tiene un potenciado apartado gráfico que no dejará indiferente a nadie. Puede gustarte más o menos, pero es un estilo único a la par que conocido, porque si habeis visto alguna película del famoso director Tim Burton sabréis a qué nos referimos.

Don’t Starve: el Minecraft más oscuro de Android

En el mismo inicio del juego lo podemos ver: el estilo es tremendamente estrambótico y siniestro. Como decimos, nos recuerda muchísimo a la estética que hizo famoso al cineasta Tim Burton, con obras tan grandes como Pesadilla antes de Navidad o Big Fish.

Don’t Starve es un juego de supervivencia clásico; tendremos que sobrevivir obteniendo los recursos que podamos de nuestro entorno. Por ahora no parece demasiado innovador, pero Don’t Starve es un juego que aprovecha cada momento para remarcar su estilo, y eso nos parece muy diferenciador.

Manejamos a un pintoresco personaje que supuestamente es científico, y que por un mal experimento acaba tirado en la intemperie. Tenemos 3 estadísticas que no podemos permitirnos perder: hambre, salud y cordura. Estos parámetros son afectados por las condiciones del juego.

Obteniendo recursos podremos fabricar diversos objetos divididos en 6 categorías que son las siguientes:

• Herramientas.
• Antorchas y fogatas.
• Trampas.
• Químicos.
• Armas.
• Atuendos.

Por lo demás la interfaz es sencilla, aunque algo engorrosa. Tendremos botones para atacar, recolectar, dedicado a un mapa y los objetos se cogen y equipan con toques simples. El menú de la izquierda queda reservado para las fabricaciones y el menú de abajo para nuestros materiales, teniendo 15 huecos divididos en 3 grupos y uno último de 3 huecos reservados a nuestro equipo.

Don’t Starve te mete de lleno en el ambiente más desolado posible; iremos revelando el mapa a medida que lo descubramos (y es gigantesco) y sobre todo: son niveles procedurales, por lo que al generar una partida no habrá dos mundos iguales. Además, hay muchos peligros y detalles a tener en cuenta que enriquecen nuestra experiencia.

Hay criaturas, monstruos, y todos los elementos posibles de la naturaleza: madrigueras, paneles de abeja… ¡e incluso entornos variables! La sensación de orientación queda muy mermada a medida que nos vamos alejando de un punto para situarnos, haciendo que a la mínima que no sepamos dónde estamos nos perdamos.

Y la característica más importante a la que tenemos que atender es al clima, ya que sin duda lo más peligroso de este siniestro mundo es precisamente la oscuridad. La negrura de la noche será el principal escollo que tendremos que superar para poder avanzar, ya que si no la pasamos, morimos.

Si pasamos un breve lapso de tiempo en la oscuridad, escucharemos murmullos que reducirán nuestra cordura y a los pocos momentos una horrible criatura desconocida nos matará. Por lo tanto, es primordial tener una luz cerca, ya sea una fogata o una antorcha para hacer el apaño.

Por lo tanto, la supervivencia se une al contrarreloj, ya que tenemos que coger la mayor variedad de recursos por el día y prepararnos para sobrevivir a la noche. Además, los monstruos y criaturas se vuelven más virulentos a estas horas y si acampamos en un mal sitio, podemos acabar peleando. Y sin arma, es imposible sobrevivir.

Una experiencia sobrecogedora pero increíble

Como hemos repetido anteriormente, el estilo tan extravagante y oscuro inunda Don’t Starve: nos encontramos ante un juego con criaturas tenebrosas, unos colores apagados y una oscura estética que sencillamente nos encanta. Puede que no sea el juego más original del mundo, pero sin duda, es diferente y agradecemos la variedad.

Además, también tenemos multitud de misterios que resolver además del simple hecho de sobrevivir. A lo largo de tu aventura, verás detalles perturbadores como casas que acogen a monstruos, caminos que no llevan a ninguna parte e incluso portales a otros mundos. La sensación de que sobrevives a un mundo enorme es totalmente real.

Don’t Starve nos transporta a nuestro lado más débil y explora los miedos que pueden suscitar estos estilos tan siniestros. Es un juego muy completo que además agradecemos que esté para Android, ya que está disponible para otras plataformas como PC, y que haya aterrizado en nuestros móviles, es una gran noticia.

Aunque claro, no todo iba a ser bueno. Don’t Starve no es gratis, y su costo total es de 4.49 euros. Un precio que a mi parecer está justificado, y que es muy barato para lo completo que es este genial título. Y como podréis imaginar, al ser de pago, no lleva ninguna clase de publicidad.

¿A qué esperas para adentrarte en tu mundo más oscuro?