Ayuda a Kim Jong-Un a destruir occidente con Little Dictator

Ayuda a Kim Jong-Un a destruir occidente con Little Dictator

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Ayuda a Kim Jong-Un a destruir occidente con Little Dictator

El simpático dictador norcoreano protagoniza Little Dictator, un juego al estilo Flappy Birds en el que debemos destruir occidente.

12 febrero, 2015 10:14

El amado líder está dispuesto a destruir el corrupto occidente a misilazo limpio y ello tratará de lograr en este clon de Flappy Birds, en el que Kim Jong Un, montado en un misil, debe sortear obstáculos hasta lograr la completa aniquilación del capitalismo en Little Dictator.

Quien iba a decir hace unos años que Corea del Norte sería el país de moda, uno podía pensar que Nueva York nunca pasa de moda, el Gran Bazar de Estambul, las playas brasileñas… pero no, ha bastado que un chico gordito -tuvo Kim suerte que que cualquier matón de colegio que le tocase un pelo fuese a acabar fusilado- acabe con un arsenal nuclear en sus manos para poner de moda un país que hace un par de años no nos acordábamos ni durante los Juegos Olímpicos.

¡Arre, pequeño misil!

La mecánica del juego ya la conocemos todos: controlamos a Kim Jong Un montado en un misil nuclear al más puro estilo ‘¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú’ y, pulsaciones en la pantalla mediante, debemos ir esquivando los obstáculos que aparecen en nuestro camino, a lo Flappy Birds– Aunque el juego es gratuito, contaremos con algunos ítems que podremos adquirir mediante compras in-app para facilitarnos la engorrosa tarea de reducir el mundo a cenizas.

El juego se ha lanzado aun durante la resaca del hackeo a Sony Pictures previo al estreno de The Interview -aburridísima, por cierto-, y esperamos que Google no tenga problemas similares y que Google Play no sea atacada. Quien sabe, es posible que tras todo el jaleo con la película de James Franco y Seth Rogen los norcoreanos hayan aprendido qué es el efecto Streisand y prefieran no hacer publicidad al juego.

Y esperamos que tampoco ataquen El Androide Libre por este artículo, que a Kim le gustan poco las cosas libres.