El Androide Libre

He probado un portátil con partes recicladas y creo que puede ser el futuro de la electrónica

El Acer Aspire Vero es un ordenador portátil fabricado con plástico reciclado que pretende hacer frente a uno de los grandes problemas modernos, la contaminación.

25 julio, 2022 14:19

El ritmo de lanzamientos de nuevos productos tecnológicos sigue siendo abrumador, aunque se haya visto reducido como consecuencia de la pandemia y la producción de semiconductores.

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No pasa mes que no se produzca algún lanzamiento importante en el mercado, ya estemos hablando de smartphones, portátiles, o dispositivos de hogar inteligente. Y eso supone que siempre habrá gente convencida de cambiar su dispositivo por uno nuevo; y tarde o temprano, todos esos productos acabarán en el mismo sitio, la basura.

El problema de la basura electrónica no es pequeño. Según el Programa para el Medio Ambiente de las Naciones Unidas, cada año se generan 50 millones de toneladas de desechos electrónicos. Y a eso hay que sumar la gran cantidad de emisiones contaminantes que se generan al producir dispositivos, especialmente si usan mucho plástico como cada vez es más común.

Un portátil ecológico

El Acer Aspire Vero es un portátil que pretende cambiar esta tendencia, aunque sea un poco. Se trata de un ordenador fabricado con plástico reciclado PCR (material reciclado posconsumo); en otras palabras, es plástico proveniente de otros dispositivos, embalaje, y productos. Es una manera de seguir aprovechando este material incluso cuando ya ha sido usado para otros menesteres, con el objetivo de reducir la producción de plástico nuevo.

En concreto, Acer presume de que la carcasa del Aspire Vero ha sido fabricada con un 30% de plástico PCR, y afirma que eso supone una diferencia del 21% en emisiones de CO2 respecto a las carcasas de plástico normal que usan la mayoría de ordenadores. Por lo tanto, aún usa un 70% de plástico ‘virgen’, pero no está mal para ser el primero de su tipo.

Acer ha tomado otras decisiones para reducir aún más los contaminantes en el proceso de producción del Aspire Vero. Para empezar, todos los materiales usados para la distribución son reciclados, incluida la bolsa y la lámina del teclado que protegen al portátil; la propia caja está compuesta en un 85% de papel reciclado, aunque el detalle más curioso es una funda de cartón reciclado para proteger el cargador, en vez de la bolsa de plástico que nos solemos encontrar. Además, es importante resaltar que todo el embalaje es 100% reciclable.

Diseño original

Ahora bien, ¿cómo es un portátil que usa plástico reciclado? Pues sorprendentemente ‘normal’, aunque Acer se ha asegurado de que este Aspire Vero sea diferente al resto de su gama de ordenadores portátiles.

Eso es evidente nada más sacar el portátil de la caja. Aunque parezca que ha sido pintado en color gris, en realidad Acer no ha usado pintura en este dispositivo (otra medida ecológica), así que lo que vemos es el resultado de la mezcla entre el plástico reciclado y el plástico virgen.

Eso es fácil de ver en cuanto nos acercamos y vemos muchas ‘miguitas’ de plástico de colores incrustado en el chasis gris, un efecto muy curioso. De hecho, una de mis cosas preferidas de este portátil es este efecto; y eso que al principio no me gustó nada, porque me parecía ‘sucio’, pero conforme pasaban los días me acostumbré y ahora me gusta mucho que sea uno de los portátiles más originales que he probado en los últimos años.

La otra gran consecuencia de usar plástico reciclado no se ve: es el tacto, que es rugoso y completamente diferente a lo que estamos acostumbrados. Es una sensación extraña, y podemos notar surcos y diminutos bultos en la carcasa; y de nuevo, confieso que no me gustó inicialmente, hasta que me di cuenta de lo mucho que ayudaba a evitar que el portátil se me cayese. Ese agarre adicional se nota, y mucho.

Aparte del color y el tacto, el diseño es el de un ordenador portátil cualquiera; de hecho, me sorprende lo ‘aburrido’ que puede llegar a ser, incluso comparado con el resto de la gama Aspire de Acer, pero eso no significa que no haya algunos detalles curiosos. Mi preferido está en las bisagras, que tienen partes en un color amarillo muy vistoso y que destaca mucho.

Otra curiosidad está en el hecho de que este es el único portátil de Acer que no tiene pegatinas, toda una herejía para uno de los fabricantes que más abusa de ellas. Bromas aparte, Acer consigue el mismo efecto de autopromoción de una manera muy inteligente, con grabados en la propia carcasa del portátil. Claro, que eso significa que no los puedes quitar como con una pegatina, y siempre tendrás las palabras “Intel Core” y “Post Consumer Recycled” a la vista cuando abras el portátil.

Por último, Acer ha hecho un cambio curioso en el portátil, cambiando la orientación de las teclas “E” y “R”. Aparentemente, lo han hecho porque esta es una “(R)evolución” al reducir los residuos innecesarios pero, sinceramente, es algo que me saca de quicio y que me gustaría que fuese opcional. Mensaje a fabricantes: nunca hagáis cosas raras con las teclas, nunca sale bien, y si no, que se lo pregunten a Apple.

Un portátil convencional, y eso es bueno

Por lo demás, puede que te decepcione saber que el Acer Aspire Vero es como cualquier otro portátil de la gama Aspire. Es bueno, decente, no el mejor, pero tampoco pretende serlo. En cuestión de hardware, la unidad que probé usaba un procesador Intel Core i7-1195G7 acompañado de 16 GB de memoria RAM, pero también está disponible con un Core i5-1155G7 con 8 GB de RAM; la memoria sigue siendo un aspecto mejorable en los Acer, especialmente porque no hay opción para pagar más por 32 GB.

El rendimiento es apropiado para un portátil de consumo, siempre y cuando mantengamos unas expectativas razonables; no tendremos problemas para ejecutar cualquier programa que se nos ocurra, aunque evidentemente, los más exigentes como los editores de vídeo desearán algo más. No es un portátil gaming, al contar sólo con la gráfica Intel Iris Xe, aunque deberíamos poder jugar a títulos antiguos o poco exigentes. Un detalle a tener en cuenta es que el uso de plástico reciclado no afecta al rendimiento ni a la disipación de calor, y no he notado diferencias en ese aspecto respecto a otros portátiles convencionales.

La pantalla sigue esta tendencia básica, en el sentido de que no es mala pero tampoco es excelente. Es un panel IPS de 15,6 pulgadas, con una proporción clásica 16:9 y resolución 1080p; nada que nos vaya a sorprender, pero es funcional, y lo mismo podemos decir de la webcam. En cambio, sí que me ha sorprendido la presencia de un lector de huellas dactilares para desbloquear Windows 11, aunque está en el peor sitio, integrado en el touchpad que además, no es muy grande.

La selección de puertos es muy buena, e incluye hasta un puerto Ethernet para conectarnos a la red por cable, algo cada vez más raro; además, tenemos 2 puertos USB-A 3.2 y 1 USB-C 3.2, junto con un HDMI y puerto Kensington. Lamentablemente, el cargador no usa USB-C, sino su propio puerto, una elección poco ecológica que me sorprende negativamente; aunque imagino que es por una cuestión de costes.

Y hablando de costes, ese es el punto final con el que quiero cerrar. Este es un dispositivo único, y eso se traduce en un coste algo superior comparado con los portátiles “normales” de Acer. El Acer Aspire Vero tiene un precio de partida de 999 euros, algo caro, especialmente porque el Acer Aspire 5 con un hardware muy parecido tiene un PVP de 699 euros.

Dicho esto, el Aspire Vero es protagonista de algunos ‘chollos’. Por ejemplo, en el momento de escribir estas palabras podemos conseguir el Aspire Vero por 699 euros en Amazon, gracias a una rebaja del 30%. Por lo tanto, es cuestión de saber buscar si queremos ayudar al medioambiente con nuestra próxima compra.

En el futuro, preveo que muchos productos de electrónica de consumo, como teléfonos Android, seguirán el mismo camino que el Acer Aspire Vero, y que será tan normal usar materiales reciclados que dejará de ser algo llamativo que haya que promocionar; o al menos, esa es mi esperanza.

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