Analizar cualquier cosa es un proceso complejo. Pero si es algo que usan miles de millones de personas, literalmente, esa dificultad alcanza otro nivel. La exigencia de las personas ante los mismos dispositivos y retos es tan dispar que es realmente difícil ir variando los niveles de empatía necesarios para poder entender a todo el mundo.

Explico esto como antesala de la explicación que da lugar al título de este artículo y con el que muchos usuarios seguro que no están de acuerdo, ¿o si? Al fin y al cabo es imposible que Android sea mejor que el iPhone en todo, pero también es imposible lo contrario. Lo relevante es si importa.

Y sí, cuando hablo de Android me refiero al conjunto de teléfonos móviles que usa este sistema operativo, no podría sino compararlo con un modelo de Apple.

La diferencia de criterio

Apple es una empresa que siempre ha presumido de hacer buenos productos. La realidad es que en su catálogo siempre hemos visto cómo se han esforzado en crear grandes diseños y tomar la calidad como una prioridad, aunque no siempre se consiguiera.

Muchas características han sido descartadas de la mesa porque no llegaban al nivel de exigencia que Apple quiere en sus productos. El llevar el coste de los mismos a un nivel tan alto te obliga a tomar esas decisiones.

En Android no podemos decir que eso no sea así nunca, algunas marcas como Samsung o Sony lo llevan a cabo sobre todo en sus mejores móviles. Pero podemos decir que no es así siempre, básicamente porque hay cientos de fabricantes diferentes y cada uno tiene una estrategia propia.

La diferencia entre tener una característica y ser el mejor

Uno de los mejores ejemplos de esta realidad es la presencia en el iPhone X de un sistema de desbloqueo facial que hace que la compañía se pueda permitir el lujo de prescindir de su excelente TouchID.

El desbloqueo facial no es una idea nueva, Android lo ha implementado durante años y Microsoft lo tiene de serie en Windows 10, siendo muchos los portátiles que lo usan bajo el nombre de Windows Hello. No son tecnología idénticas pero sí es el mismo el efecto que buscan: securizar un sistema con nuestra cara.

Pero desde el otoño de 2017 hemos visto cómo muchos fabricantes de móviles Android se han lanzado a usar sistemas de desbloqueo facial mas o menos avanzados porque Apple lo había hecho. Y siempre lo he dicho, si se copia lo bueno, bien está.

Aunque hay que dejar claro para el que no lo sepa que el sistema usado por Apple no es el mismo que usa el resto de fabricantes, entre otras cosas porque la producción de los elementos necesarios es limitada y por el momento Apple es la única que tiene acceso a ello.

El incremento de la producción hará que en 2019 algunos modelos con Android, pero no muchos, lleven un sistema similar, y no sera hasta 2020 cuando veamos más terminales adoptar una tecnología parecida.

Pero todo eso podría dar igual

Que Apple tenga casi la exclusividad de acceso a los elementos necesarios para crear un sistema como FaceID no implica que el resto de empresas que fabrican smartphones se vayan a quedar de brazos cruzados.

Samsung ya ha lanzado un sistema que usa la cámara delantera y el lector de iris para identificar al usuario en su Galaxy S9 y otras empresas como OnePlus o Huawei también tienen sus propios sistemas.

La cuestión es que, si bien no son tan seguros como FaceID y quizás no todos puedan ser usados para tareas relacionadas con los pagos móviles en el día a día, la mayoría de las grandes marcas ya tienen alternativas viables.

El Xiaomi Mi Note 3 ha sido el primer móvil que he probado durante largo tiempo con este sistema y como conté tras un par de semanas con él me resultaba extraño usar el lector de huellas, que no obstante agradecía que estuviera, sobre todo en momentos con baja luz.

He probado sistema similares en móviles de OnePlus y de Huawei y en todos he intentado saltarme la protección usando fotografías o vídeos, sin éxito. Y esa es la clave.

Si las marcas han llegado a tener una seguridad aceptable para el usuario medio la relevancia de que el sistema de Apple sea mejor no es demasiada. Y aquí vuelvo al inicio del artículo, cuando explicaba lo complejo que es empatizar con muchos usuarios diferentes.

Alguien que valore mucho la privacidad, que tenga datos sensibles o que por algún motivo esté en una situación delicada, seguro que valora la seguridad que da FaceID. Perola gran mayoría de las personas que usan móviles, que tienen sistemas de bloqueo para evitar robos convencionales o que cotilleen en sus asuntos, tiene más que suficiente con lo que Android puede hacer ya.

Obviamente es cuestión de tiempo que Android se actualice para dar soporte nativo a los sistemas de escaneo facial, pero aunque tardemos dos o mas años en verlos os puedo decir que no pasa nada.

Lo mismo pasa con otros aspectos de hardware

El ejemplo que he tomado es el más actual pero a lo largo del tiempo hemos visto algunos casos muy similares. Quizás el que provocó TouchID sea el mas parecido y es que hasta que el iPhone implementó un sensor de huellas ninguno de los principales fabricantes de móviles Android tenia un sistema de buena calidad.

Actualmente nadie se queja de los sensores de huellas de los móviles Android y muchos de ellos sin incluso mejores que los del iPhone, por velocidad o por funciones.

Está por ver que no pase eso mismo con el desbloqueo facial dentro de unos años.