Por qué Google está en el punto de mira de Europa

Por qué Google está en el punto de mira de Europa

El Androide Libre

Así quieren vender móviles los fabricantes europeos

Una vez dominantes en el mercado de la telefonía, los fabricantes europeos de smartphones han quedado en segundo plano, pero han logrado hacerse un hueco.

3 marzo, 2016 13:03

Hace no tanto Europa era el centro de la industria del móvil, con Nokia y Ericsson como grandes estandartes. Sin embargo, todo cambió con el boom de los smartphones. El mercado fue tomado por Samsung, Apple y otras compañías, en su mayoría americanas y asiáticas y dejaron a la vieja Europa en un rincón.

Sin embargo, un buen número de fabricantes europeos como los españoles de bq, Energy Sistem, los franceses Wiko y Archos o los británicos Kazam y WileyFox han logrado hacerse un hueco en las gamas media y baja. Cada fabricante sigue sus propias estrategias, pero ninguno entra a competir con los grandes monstruos del mercado en las gamas más altas.

Kazam: vender terminales chinos con garantía europea

Algunos fabricantes europeos apuestan por comercializar en Europa terminales chinos bajo su marca. Un ejemplo de esto es Kazam, un fabricante británico que por ejemplo Gionee Elife S7 como su Kazam Tornado 552L. La marca británica no diseña ni fabrica muchos de sus productos, sin embargo apuesta por ofrecer un gran servicio al cliente, con sustitución de pantalla gratuita en caso de accidente y Kazam Rescue, que permite a sus técnicos acceder a tu terminal remotamente y arreglar algo que no funcione.

Kazam es un fabricante británico creado por varios ex-trabajadores de HTC y está centrando su estrategia en lograr una gran satisfacción post-venta, algo que suele ser un gran problema precisamente de los fabricantes chinos, especialmente de aquellos que no tienen presencia directa en Europa.

WileyFox, el «Pequeño OnePlus» británico

WileyFox es otro fabricante británico que en este caso busca competir con marcas como OnePlus o Zuk -o que al menos aspira a hacerlo- ofreciendo a sus usuarios terminales equipados con CyanogenOS y totalmente personalizables, permitiendo a sus usuarios eliminar todas y cada una de las aplicaciones que vienen preinstaladas en el terminal.

Además de unas muy buenas especificaciones por un precio asequible -el WileyFox Storm ofrece un Snapdragon 615 y 3GB de RAM por 279€) ofrecen también una garantía de tres años y el recambio de la pantalla por sólo 14,99€.

Archos, gama media con características de alta

Archos es otro fabricante cuya estrategia se centra en introducir elementos de gama alta en terminales de gama media, ofreciendo un precio asequible. Un buen ejemplo de ello son los terminales que mostraron en el MWC Archos Diamond 2 Plus ofrece 64GB de memoria y 4GB de RAM, cámara de 20MP y mientras que su Diamond Note 2 cuenta con una pantalla de 6 pulgadas QHD. Todo por 299€ y 349,99€.

Ocupando el espacio de los fabricantes chinos

Wiko, por su parte, ha buscado posicionarse en la gama media y baja, y lo ha hecho muy bien, en un espacio que hasta hace no mucho ocupaban los fabricantes chinos. Ofrecen un diseño llamativo, como los terminales que presentó en el MWC, apuntando a ese consumidor al que no le importa tanto las especificaciones sino tener un teléfono con Whatsapp y que a partir de ahí elige el más bonito o el más barato. Los españoles de Wolder y Energy System han seguido una ruta similar.

El sello «diseñado en Europa»

Otros fabricantes como bq centran su estrategia y su marketing en crear un terminal planteado íntegramente en Europa -aunque el ensamblaje sea en Asia-, desde la selección de sus componentes hasta el diseño tanto interno como externo del terminal, con un equipo de cerca de 200 personas que se ocupan tanto de la ingeniería mecánica como del software desde España. No es el único arma de bq, que también ha apostado por lanzar terminales con CyanogenOS o incluso con Ubuntu.

¿Veremos un gama alta europeo?

¿Podrá algún día un fabricante europeo ponerse manos a la obra con un terminal de alta gama? Por ahora parece realmente complicado. Crear un teléfono con las máximas especificaciones es un proceso muy caro, tanto en diseño como en componentes. Necesitas mucho músculo financiero para comprar componentes en grandes cantidades,  la única manera real de que te salga a cuenta.

Eso sin tener en cuenta la gran inversión en marketing y publicidad que implica el tener que enfrentarte a los Apple, Samsung y LG del mercado en una franja muy estrecha y saturada del mercado. En las actuales circunstancias, parece realmente muy complicado que un fabricante europeo e lance a la aventura de crear un terminal con las más altas prestaciones.