Oppo R7, análisis y experiencia de uso

Oppo R7, análisis y experiencia de uso

El Androide Libre

Oppo R7, análisis y experiencia de uso

Probamos este delgado smartphone: análisis del Oppo R7, nuestra experiencia y opinión tras semanas exprimiéndolo a fondo. Características y precio.

24 agosto, 2015 22:12

Llevamos años comentando el enorme salto de calidad que han dado los fabricantes chinos. No todos, claro, pero sí ha habido marca que han despuntado desmarcándose totalmente de aquel concepto de “móvil chino” que teníamos hasta hace bien poco.

Oppo es una de ellas y el cuidado que ha puesto en muchas de sus últimas creaciones (véase el Find 5, Find 7, N1, N3…) está al nivel de los más grandes, estando además disponible internacionalmente y continuando a día de hoy su expansión por todo el globo.

Hace unos meses anunció el Oppo R7 (junto a su hermano mayor el R7 Plus, del que ya hablaremos), vamos a analizarlo para comprobar qué ofrece este delgado y estilizado smartphone.

Hardware del Oppo R7

El Oppo R7 no es considerado como el nuevo flagship de Oppo (habitualmente se reserva para la familia Find), sino más bien como un gama media-alta con acabados de gran calidad y una enorme construcción en cristal y aluminio.

A nivel de componentes, en su interior nos encontramos el Snapdragon 615 de Qualcomm, acompañado por 3GB de RAM y 16GB de almacenamiento interno, aunque siempre podremos ampliarlo con tarjeta microSD hasta los 128GB.

  • Procesador Qualcomm Snapdragon 615 MSM8939
  • Pantalla de 5 pulgadas FullHD 1920×1080 AMOLED
  • Procesador gráfico Adreno 405
  • Batería de 2320mAh
  • Memoria RAM de 3GB
  • Almacenamiento de 16GB con ranura para microSD hasta 128GB
  • Cámara trasera de 13MP y frontal de 8MP
  • Dimensiones: 143 x 71 x 6.3 mm
  • 147 gramos
  • Conectividad: Dual SIM, WiFi, GPS, Bluetooth 4.0, LTE Cat. 4
  • Android 4.4.2 KitKat con capa ColorOS 2.1

Su pantalla tiene una diagonal de 5 pulgadas, se trata de un panel AMOLED con resolución FullHD (1920×1080), lo que nos da una densidad de pantalla de 445ppi y una profundidad de negros más que conocida. Por cierto, está protegida con la tecnología Corning Gorilla Glass 3.

El Oppo R7 no se puede desmontar para extraer la batería y cambiarla (fácilmente) por otra en el día a día. Así tenemos una batería cono 2.320mAh de capacidad y tecnología de carga súper rápida VOOC (con el cargador original). En el resto, tenemos una cámara trasera de 13MP, frontal de 8MP perfecta para selfies de la que hablaremos a continuación.

Construcción y diseño

En este apartado, Oppo lleva años desmarcándose del concepto de “móvil-chino-barato-plasticoso”, Oppo no es eso. La gama Find se caracteriza por tener terminales de enorme solidez, una calidad de acabados que ha contagiado también a los curiosos modelos con cámara rotatoria (N1 y N3) y que, cómo no, también está presente en el Oppo R7 y el R7 Plus.

No es un “flagship killer”, no, pero eso no quiere decir que no sea un aspirante a gama alta con una construcción superior a la de muchos que sí se autodenominan así. El Oppo R7 es delgado, pero robusto. Quizá no es el diseño más atractivo que haya realizado la marca, pero la combinación de cristal y metal tanto en la parte trasera como en todo el marco le dan una enorme solidez.

El R7 es un bloque es la mano, con 6.3 milímetros de grosor pero agradable de agarrar y, sobre todo, se agradece en el bolsillo. Todos los bordes redondeados que envuelven a la trasera y el frontal se encargan de ajustar a la mano. En concreto, la tecnología de la parte frontal la han denominado “2.5D”. En esencia, el cristal ligeramente curvado en las esquinas da la sensación de tener la pantalla mucho más cerca y el efecto es muy agradable al interactuar con aplicaciones. Me recuerda mucho al Moto X de segunda generación en este sentido.

El frontal es muy sencillo, sobre la pantalla encontramos el auricular, la cámara frontal de 8MP, los sensores de luminosidad de proximidad y, aunque no se ve, también tenemos un LED de notificaciones que brilla para avisarnos de cualquier cosa que pase en nuestro teléfono. Mientras, en la parte inferior Oppo sigue apostando por los botones capacitivos en lugar de incluirlos en la interfaz de su capa. A mi no me convencen, pero esto va a gustos.

La parte trasera es muy sencilla: aluminio y magnesio por todas partes para acentuar ese aspecto de smartphone premium. La cámara y el flash están situados en la esquina superior derecha y el cristal sobresale unos milímetros del cuerpo. El altavoz principal, pese a estar en la parte trasera inferior, tiene una gran potencia y calidad, aunque siempre deseamos que fuesen frontales para una experiencia más rica a la hora de consumir contenido multimedia.

En general, no tenemos queja alguna con el nivel de calidad y los acabados alcanzados en el Oppo R7, es un teléfono sobresaliente y no tiene nada que envidiar a otros de mayor gama. Es robusto, delgado, unos gramos pasado de peso y con detalles que gustan nada más agarrarlo por primera vez.

Cámara

Oppo ha decidido cambiar de proveedor para los componentes de su cámara en el R7. En delgadísimo Oppo R5 que ya analizamos (recordemos que prescindieron incluso del conector jack de audio para recortar milímetros) usaron el conocido sensor Sony IMX214, sin embargo en esta ocasión han cambiado a los japoneses por surcoreanos.

El elegido para la cámara trasera es un sensor ISOCELL Samsung de 13MP y apertura f/2.2. En general, la reproducción de colores que se consigue en las fotografías realizadas con el Oppo R7 está bastante bien, acertada y atractiva, nada de tonos irreales. Sin embargo, se consiguen mejores resultados jugando con los controles manuales que en el modo automático, lo cual tampoco es del todo adecuado para el público general que sólo quiere hacer la foto y seguir haciendo otras cosas.

Pese a que el nivel de detalle es bueno, en muchas ocasiones nos encontramos un procesado más agresivo que provoca la pérdida de definición y tampoco es nada destacable el rango dinámico. Dependiendo de la escena nos encontraremos cielos totalmente blancos, perdiendo su azul o el contraste de las nubes.

Por su parte, la cámara frontal monta un sensor de 8MP con apertura f/2.4 que nos da resoluciones de hasta 3.264×2.448 píxeles y que ofrece un gran desempeño a la hora de hacer selfies y autofotos en grupo.

La aplicación de cámara ha sido ligeramente renovada, incorporando nuevos gestos y visor. Ofrece controles manuales y gran cantidad de modos de disparo entre los que destaca el UltraHD que ya vimos en anteriores smartphones de Oppo. Este modo procesa las fotografías en tiempo real permitiendo crear imágenes de 24 o 50MP, aunque tarda unos segundos más que el modo normal.

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Software y rendimiento

Llegamos al software y tenemos a un viejo conocido esperándonos: ColorOS. Oppo lleva años apostando por su capa de personalización sobre Android, como la mayoría de fabricantes chinos (y no chinos) de renombre.

En esta ocasión nos encontramos con ColorOS en su versión 2.1: una capa sin cajón de aplicaciones, todo está en el escritorio y el mismo diseño de iconos grandes y “escritorios” dedicados que ya conocíamos. Es cierto que ha mejorado ligeramente, pero todavía está lejos de ser una genial capa de personalización.

Tiene detalles bonitos, vistosos, multitud de gestos para controlar el teléfono con la pantalla encendida y apagada y varias aplicaciones nativas de utilidad, como el Centro de Seguridad que ya vimos en el Oppo N3 y que nos permite gestionar la memoria, la conexión de datos, bloquear aplicaciones, gestionar las opciones de energía y, también, asignar uno a uno los permisos de cada aplicación.

Sin embargo, el principal problema de ColorOS sigue estando en su base: es Android 4.4.2 KitKat. Con Lollipop ya asentado y Android Marshmallow a la vuelta de la esquina, Oppo todavía no tiene una versión estable de su capa sobre Android 5.x y es preocupante. Desde la marca deberían mejorar urgentemente esto, establecer su hoja de ruta porque son muchos los usuarios de anteriores modelos Oppo (entre los que me incluyo) que han tenido que recurrir a el soporte de terceros para continuar teniendo lo último en sus smartphones (y suelen ser ROMs totalmente estables).

Con todo, en el día a día no tenemos queja: es fluido, el salto a los 3GB de RAM se agradecen a la hora de saltar entre aplicaciones pesadas (pese a que el acceso a la multitarea no es de lo más rápido al no disponer de un botón dedicado y tener que mantener pulsado el capacitivo de menú). El Snapdragon 615 con su GPU Adreno no es el que más rinde a la hora de disfrutar juegos con requisitos exigentes, pero da la cara y se comporta a costa de calentarse ligeramente (nada preocupante, pero la trasera de aluminio hace que lo notemos más, sobre todo en verano).

Batería

La delgadez del Oppo R5 tuvo una consecuencia mayor que la ausencia del jack de audio: la autonomía era muy, muy, pobre con sus 2.000mAh. El aumento de grosor en este Oppo R7 ha permitido ampliar ligeramente esa capacidad hasta los 2.340mAh que puede parecer poco, pero en la práctica la mejora es notable.

En el día a día y con uno habitual de navegación web, redes sociales, RSS y en general el uso normal de apps de mensajería y conectividad, podemos aguantar casi sin problema hasta el final de la jornada. Eso sí, si le metemos más caña es posible que a final de la tarde nos pida cargador (o si sois de esos que os ponéis nerviosos cuando el porcentaje baja del 25%).

El Oppo R7 duplica el tiempo en conversación del R5 y mejora considerablemente el de navegación web. Además, contamos de nuevo con tecnología de carga rápida VOOC que es una maravilla y una vez nos hemos acostumbrado a tenerla la echaremos mucho de menos. Gracias a la batería protegida y el cargador dedicado de 4.5A, podemos recargar el 75% del total en sólo 30 minutos. Más que suficiente para continuar la fiesta toda la noche mientras nos duchamos.

Conclusión del análisis del Oppo R7

Oppo continúa por su camino: crear smartphones bonitos, cuidando al máximo los detalles de construcción de sus terminales para dar la sensación de calidad que el usuario busca cuando agarra un teléfono por primera vez. Esa sensación que te hace enamorarte o descartar.

La evolución del R5 al R7 es muy positiva y los cambios han permitido crear un mejor terminal, con un grosor reducido y mucha mejor batería recuperando el el conector jack de 3.5mm que siempre es mucho más cómodo que recurrir a adaptadores jack-microUSB.

El Oppo R7 tiene un precio oficial de 349€ (que podría rebajarse considerablemente en unos meses) y está disponible a través de su tienda oficial Oppo Europe en dos colores. Ya hablamos de cantidades importantes, por lo que su principal reto es llegar a más y más público, darse a conocer (acuerdos como la colaboración con el F.C. Barcelona ayudan mucho). Expandir la marca y, ante todo, convencer mejorando ColorOS.