John Berger

Entre las muchas facetas de John Berger(1926-2017), merece la pena detenerse en su poesía, menos conocida que su obra narrativa y que sus ensayos sobre arte. En 2014, el Círculo de Bellas Artes (que le otorgó su Medalla de Oro en 2006) publicó el volumen Poesía 1955-2008, que recoge la obra en verso del autor británico escrita a lo largo de ese medio siglo. La edición corrió a cargo de Jordi Doce y Nacho Fernández R. y venía acompañada de un CD con la voz del propio Berger recitando algunos de los poemas, grabada en Madrid en 2010.

En el prefacio del libro, Berger declara: "Tengo la sensación de que mis poemas no están datados, que todos fueron escritos en un mismo momento intemporal. Sin embargo, aquí aparecen en un orden más o menos cronológico, solo porque no encuentro otro que tenga más sentido. Ordenarlos, por ejemplo, por temas, sería negar la poesía misma. Podría agruparlos en torno a los lugares, los pueblos, las ciudades y las estaciones de ferrocarril donde los escribí. Pero ¿dónde está uno realmente cuando llega un poema? En ningún lado, sin duda".

En las páginas de El Cultural, el poeta Antonio Colinas destacó al reseñar esta "delicada y cuidadosa" antología que una de las características primordiales de la poesía de Berger reside "en su preciosa síntesis, en su logrado afán de atrapar, en pocas palabras, espacios de contemplación reveladores y, sobre todo, en transmitir con símbolos -la mayoría de la naturaleza- temas de su interés, que le conmueven y que a la vez son muy elementales". Sirvan de ejemplo los dos poemas que recuperamos a continuación, con sus correspondientes archivos de audio que nos brindan la profunda y reposada voz de su autor.

Far away

Was it my father

who laid this wood?



Is the hand

that strikes the match

      historic?



The wind cross-questioned

and the tongues of flame

replied.



The emigrant's fire.



On my knees

to balance the saucepan

kitchen mother

kerchief head

I recall you

and call you again.



The poppies of your yard

are scattered in my clouds.



1975/76



Lejos

¿Fue mi padre

quien trazó este bosque?



¿Es histórica

la mano

      que rasca la cerilla?



inquirió el viento

y las lenguas de fuego

respondieron.



El fuego del emigrante.



Arrodillado

para equilibrar la sartén

madre en tu cocina

pañuelo a la cabeza

te recuerdo

y te vuelvo a llamar



Las amapolas de tu huerto

salpican mis nubes.



(Traducción de Pilar Vázquez)



Viva voce

One who dreams deeply

of mountains

speaks next day

with the voice of a bureocrat



Another whom nobody dares disturb

sleeping like a tank

parked in a square

will plead with the voice of a child

that he was never disobedient



A third to overcome insomnia

imagines himself a beaver

and barks at meetings

in the name of necessity



He whose nightmares

are of history being unchangeable

will explain like a teacher

precisely what is needed

in order to progress



Into the ear of the poem

I write this riddles

never spoken

viva voce





De viva voz

Uno que sueña profundamente

con montañas

habla al día siguiente

con la voz de un burócrata



Otro al que nadie osa importunar

que duerme como un tanque

apostado en una plaza

implorará con la voz de un niño

que nunca fue desobediente



Un tercero para vencer el insomnio

se cree un castor

y ladra en las reuniones

en nombre de la necesidad



Aquel cuyas pesadillas

tratan de lo inmutable de la historia

explicará como un profesor

exactamente lo que se requiere

para progresar



Al oído del poema

escribo estos acertijos

nunca dichos

de viva voz



(Traducción de Nacho Fernández R.)