Hola, amigos.

Podéis empezar a escribir sobre los juegos olímpicos.

El ganador de la semana pasada, dedicada al teletrabajo, ha sido…:

Cuauhtémoc

En su primer día de teletrabajo llamaron a la puerta. Abrió y encontró al vecino del tercero con cara de sorpresa y una botella de cava.

He aquí un pequeño e irónico drama en el que el protagonista descubre la infidelidad de su mujer. Descubre la vida que se le escapaba en la oficina, la verdadera dimensión de su matrimonio. La sorpresa del recién llegado indica que el adulterio se ha convertido en costumbre. La botella de cava, además, nos habla de que los encuentros de los amantes no son meramente consolatorios y fugaces sino largas fiestas. Siempre hay una parte de nuestra propia vida que la realidad nos hurta, por ceguera o por descuido, una vida al margen de nuestro conocimiento que en ocasiones puede ser especialmente dolorosa. El relato es de una astucia encomiable, pues está construido con la elipsis como pilar y baluarte de su efectividad. Y aquí, como sabéis, somos entusiastas de las buenas elipsis, las únicas válidas, aquellas que nos llevan sin dificultad a completar la narración. En este caso, la desgracia irónica del protagonista.

Enhorabuena, Rafa Olivares, por el relato, sobresaliente, y por el premio.

Otros micros pudieron haber ganado:

Reyes

Cálmese, usted no es el primer paciente al que opero desde casa. Coja el bisturí y mire a la pantalla.

AlonsoCuriel

Al cuarto día de trabajar en casa, se dio cuenta de que la vecina de enfrente le miraba desde su ventana como un pájaro enjaulado.

Elizeus

En su casa, el piloto militar se levantó, almorzó bien, se sentó frente al monitor, movilizó el dron y terminó de destruir la aldea afgana.

Saludos cordiales.