Hola, amigos. 

Podéis empezar a escribir sobre la publicidad. 

El ganador de la semana pasada, dedicada a los dilemas morales, ha sido...: 

Elorror 

Mientras, en la trinchera, decidía si disparar o no a matar, una bala le atravesó limpiamente la frente.

El destino se ríe del protagonista del relato: lo que a él le hace frenar y demorar su acción, el dilema moral, facilita su propia muerte. Hay al otro lado, entre las líneas enemigas, alguien que no tiene dudas o que ya las ha solventado, y esto resulta fatal para nuestro protagonista, que termina pagando sus escrúpulos morales. La ironía del destino es algo así como el reverso de la justicia poética, su cara sórdida. Frente a la justicia poética, que premia la justicia cuando ya todo parece perdido, la ironía del destino la castiga, se mofa de ella y hace escarnio de sus protagonistas. Este relato retrata a la perfección esa fragilidad conque los dilemas morales nos conducen por la vida; en este caso, costándole la vida al protagonista en un ámbito donde la acción se cuenta por segundos y cualquier anticipación obtiene su premio, y cualquier demora, su castigo. Todo ello, narrado con sabiduría y concisión. 

Enhorabuena, Antonio Toribios, por el relato, estupendo, y por el premio. 

Otros micros pusieron haber ganado: 

Maibe 

Le dijo que parecía querer más al coche que a ella. Él sonrió, pero pasó el resto de la tarde meditabundo.

El Gordo 

Mira a su esposa a través de la celosía del patio y recuerda lo que pensó la primera vez que la vio tras la celosía del confesionario.

Zaci 

Mientras intentaba decidir si salvaba a la madre o al bebé, perdió unos segundos preciosos.

Cicely 

Tras la gran explosión, se sacó una mota del ojo. Es tierra, exclamó, sopesándola en el dedo, no sé si no serán ya demasiados planetas.

Saludos cordiales.