Hola, amigos. 

Dejó escrito Julio Cortázar en su Rayuela: “... el genio es elegirse genial y acertar”. Me ha venido esta frase a la cabeza hoy mismo, durante una entrevista de Carlos Alsina al ex asesor estrella del gobierno. He pensado: “Este hombre se eligió genial y acertó, pues alguien decidió comprarle la mercancía y pagarle como si lo fuera”. Tras haberle escuchado, y salvo que se me escape algo crucial, para mí el ex consejero es un individuo tan desnudo como el rey de Andersen. Pero con atrevimiento se consigue casi todo en este país atrabiliario y abundan los individuos de dudoso mérito con sitios de privilegio solo porque en su día se postularon para ocuparlos, sin miedo a nada ni nadie (que diría el otro, en línea con otro anterior). Así que la semana que viene escribiremos sobre los asesores, esa plaga que fructifica en los centros de poder, pero no por ser funcionarios tras ardua oposición, sino porque se eligen geniales y aciertan (a veces con ayuda del carnet del partido de turno, claro).

Veamos, entretanto, quiénes son los finalistas de la semana dedicada a lo cutre: 

McReacy 

Siempre se resistió a actualizarse con las nuevas tecnologías. Cuando se jubiló, su empresa le regaló un reloj de arena.

Pilar Alejos 

Quiso tener un detalle inolvidable con su mujer y le regaló un ramo de flores de plástico.

Sito 

Uf... para esta boda me voy a poner la sotana vieja —dijo el cura cuando vio la clase de gente que había en la iglesia.

Marcela 

La crítica coincidía en que aquel urinario era una ordinariez, pero la obra supuso una auténtica revolución en el mundo del arte.

Óscar Quijada Reyes

Bastó un rato con el disfraz de mendigo para darse cuenta de que su vida sí era color de rosas.

Sultán 

El sargento les dijo que dejaran de quejarse, que les quitaran los fusiles y las botas a los muertos.

Àgnes

Siempre llevaba flores a la tumba de sus padres. Las seleccionaba entre las más recientes de otras tumbas.

Alfredo M. 

Bajaba al bar a ver el partido y pedía un café. En el descanso llamaba al camarero para que se lo calentara.

gpm 

Acababa de recibir la carta más hermosa que había leído nunca. Loca ya por él, ignoró el tachón con el nombre de la verdadera destinataria.

Elviro 

Abrió una pensión con espejos sin azogue y lavabos con palangana desportillada para que se inspiraran los escritores de novela costumbrista.

Ovidia 

Diente de oro, palillo en la boca, cigarro en la oreja, camisa desabotonada… Su foto se exhibe en la galería más exclusiva de Nueva York.

Joe L'Pifiè

De no ser por el resguardo de la bonoloto asomando en el bolsillo de su chaqueta, el discurso del ministro de economía habría sido un éxito.

Red Plumacho

Ver al enemigo con sus uniformes tan estrafalarios hizo que no sólo lucháramos por nuestro territorio sino por defender nuestro estilo de vida.

Gaitán

Entre los muebles de diseño el nuevo rico aún conserva el viejo sofá de escay en el que perdió la virginidad.

Catta.

Su madre sonrió complacida el día en que, tras haberle educado en el ahorro, decidió desconectarla.



CIcely

El bolso de Chanel -comprado en un mercadillo- parecía auténtico cuando lo llevaba ella y falso cuando lo hacía su compañera de piso.

Markus

Agotada la munición, el entusiasta sargento proveyó de tirachinas a sus soldados.

Jorge Alonso Curiel

No entendía cómo aquella mujer no le contestaba a sus cartas amorosas, escritas en la parte posterior de folletos publicitarios.

Tabú

El prometido fin de semana en una casa rural se convirtió en un sábado y un domingo recogiendo las aceitunas del olivar.

Manolita Tacatá

“En mi sueño no era así” se lamentaba el asesino, incapaz de controlar un vómito.

Y uno, de regalo: 

Daniel Alonso Moreno

El rico cenaba ostras y caviar, el pobre un cutre bocadillo de chorizo. Los dos cagaban mierda.

Para darse a conocer con el nombre real en caso de ganar, escribid por favor a cuenta140@elcultural.es

Gracias

Saludos cordiales