Hola, amigos. 

Podéis empezar a escribir sobre la paciencia. 

El ganador de la semana pasada, dedicada a las colas, ha sido...:

Chachapoyas 

Se ofreció voluntario para ser fusilado el primero. El indulto del zar llegó poco después de que sonaran los disparos.

Un hombre se ofrece voluntario para ser el primero en la cola de los condenados, y esa valentía, ese arrojo, le impide la salvación a la que estaba destinado. Aquí la valentía se confunde con la temeridad, incluso con la impaciencia o la falta de cautela (que es cualidad esencial de los inteligentes, según los sabios). Con dos pasos decisivos, una frase primera que nos explica la situación y una segunda que nos muestra el final irónico, hacemos el tránsito que media entre la acción y su consecuencia. Aprendemos así técnica narrativa: la importancia de explicar el planteamiento del relato, para ubicar al lector en un contexto inicial, y la conveniencia de mostrar (que no explicar) el final, para que el lector llegue por sí solo a la comprensión del desenlace. El relato, amén de muy bien escrito, viene a decirnos que conviene dejar una puerta abierta a la esperanza en todo momento y en todo lugar, puesto que la muerte está ahí siempre para nosotros, esperándonos con cabezonería, pero la vida puede darnos una segunda oportunidad aún en la situación más desesperada. Y que no hay mayor comediante que el destino, que además tiende al humor negro.

Enhorabuena, Chachapoyas, por el relato, excelente, y por el premio. 

Otros micros pudieron haber ganado: 

Rehén 

El soldado fue apresado y enterrado hasta el cuello. Vio la fila de hormigas andando hacia él.

A ras de suelo no le parecían tan pequeñas.

Chamorro

El director frunció el ceño cuando el nuevo maestro dijo a sus alumnos que no era necesario que formaran una fila para entrar en clase.

Saludos cordiales