¡Buenos días!

Estuvieron muy cerca de ganar los siguientes poemas:

Frida Roffe

Licor de encierro

gritos húmedos del estío

las hojas perezosas fundirán el hierro.

Desde la elegante contención inicial, nos adentramos ya en un estado de ánimo que encuentra su plenitud en esos “gritos húmedos del estío” del segundo verso, con un cierre de plástica belleza en el que ese dinamismo es también principio y fin. Bueno.

Ana Marìa

Con el fuego de las palabras se derriten soledades. // Fragancias de madera y una caja de resonancia // perfuman las hogueras.

Solamente el primer verso ya es un hermoso poema de plasticidad y acción, en el que el propio lenguaje se desdobla entre el estado del alma y su misma estructura de comunicación y sentido. El eco interno final da lugar a una imagen de sutil delicadeza.

Marta

Cara y cruz entre los renglones

la escalera pierde color

la suerte da una vuelta a la ruleta

El juego propuesto -en el sentido propio de lo que significa y también en el metafórico, como una vida en marcha- se refiere también al mismo lenguaje o la escritura, porque perdemos fuelle o energía en cada escalón. Pero espera el azar que aún puede salvarnos.

Pero el ganador es

Eliseo

Bebo la espiga dorada de agosto

Y disfruto de la austera yegua de sus noches

No hace falta que los glaciares bendigan mi comida.

Poema escrito en largos trazos como pinceladas, con una conciencia pictórica de la imagen que se plasma con voluptuosidad. Bebemos “la espiga dorada de agosto” antes de asistir a su inaugural “yegua” nocturna. La riqueza plástica nos ofrece varios niveles de interpretación, además del puro andamiaje verbal de un poema pleno en matices.

Tema de la semana: “Tiburón”. Es una aleta en alto atravesando el verano total de los 80, es un polo azulado con aliento de mar y es una concepción del cuerpo y del espíritu. Es la playa vacía después de la estampida y es también la amenaza de un acecho continuo en mitad de las olas. Escribamos sobre esto en 3 versos y no más de 140 caracteres: sobre los tiburones nocturnos y diurnos, los marinos y los ciudadanos, los políticos, en todos sus contornos y perfiles difusos, con esa gran aleta en el océano.