Hola, amigos. 

Todos conocemos a gente íntegra, de la que te puedes fiar, gente cuya palabra no necesita de más garantía que su expresión para generar confianza y también sabemos de individuos cuya palabra es tan volátil como el mismo aire que respiramos, como la gasolina capaz de evaporarse o prender con una mera chispa. Digo esto para anunciaros que la semana que viene escribiremos sobre la integridad. No sobre la integridad entendida como totalidad, plenitud o generalidad de algo, ojo (esta acepción no me interesa) sino sobre la integridad como elemento sustancial de la persona recta, proba o intachable. La integridad personal, amigos, éste será el tema de la semana que viene, a partir del lunes. 

Entretanto, veamos quiénes son los veinte finalistas de la semana dedicada al pasajero. 

High school 

El niño del primer vagón; el adolescente del segundo. En el tercero, el joven es idéntico a él. Ahora duda si avanzar y descubrir su futuro.

Saab Athini 

Entre el trabajo agotador en su hogar y el de la fábrica mediaban dos horas de autobús. Y ese era su único asueto.

Karani 

Un ser diminuto que había viajado en un pedazo de fango adherido a la suela de un zapato, significó el principio del fin de aquel paraíso.

Soldado 

El tren iba al frente. Los familiares lloraban deseando que regresaran vivos. Volvieron casi todos, pero no hubo nadie para recibirlos.

Chiumbo 

Al verla deambulando de madrugada y con paso inseguro por aquel suburbio detuvo el taxi, la invitó a subir y la llevó gratis a casa.

Niño 

El niño no entendía por qué todo el mundo se entristecía ante su cama cuando él estaba emocionado por haber viajado en helicóptero.

Be 

La cigüeña, agotada, dejó al bebé en la primera casa de la calle. Al final de ésta residía la familia con la que hubiera sido feliz.

Can 

Varias años después del accidente, aún seguían viajando hacia la luz.

Octavio 

“Es redonda, es redonda”, repetías. Hasta que llegamos al borde no admitiste tu error.

Hidalgo 

Tras descubrir que su esposa había tenido una aventura con el gigantón del chófer, cambió el coche por otro con un maletero más grande.

Freeman 

Despertó sentado al volante del coche que siempre quiso conducir. Aún sonreía cuando arrancó la máquina del desguace.

Constanza 

El taxista condujo hasta que la pasajera se durmió. En brazos, la llevó a casa donde su esposa le espetó que estaba malcriando a la niña.

Xolani 

De pie en el andén y tras haber perdido el tren por un minuto, continuaba maldiciendo al taxista cuando se produjo la primera explosión.

Indisposición 

La azafata preguntó si había algún médico a bordo. Tras el silencio preguntó si había algún piloto.

Meiga

Todos los pasajeros del vuelo se pusieron a rezar al escuchar por megafonía el llanto del piloto.

Concorde 

El viaje en el Concorde fue una pesadilla. Se le metieron en la cabeza los pensamientos del pasajero de delante.

Cabernet Blanc 

Tenía que haber sospechado de aquel pasajero que preguntó vehementemente si el estofado era de cerdo.

La Marca Amarilla 

Sin conocerse, flirteaban desde sus asientos. A la media hora de vuelo ya retozaban en el suelo, no sin antes poner el piloto automático.

Cortesía 

Inquieto ante el insólito hecho de que varios pasajeros pugnaran por cederle su asiento, el anciano abandonó ese vagón de metro.

Adunbi 

Olisqueó de nuevo la corbata de su marido. Aquel perfume podía pertenecer, por qué no, a cualquier usuaria del vagón atestado del metro.

Y uno, de regalo: 

La Marca Amarilla 

Estaba horrorizado al ser abducido por aquellos seres raros, pero se calmó cuando vio a John Lennon entre el pasaje.

Para aparecer con nombre y apellidos en el cuadro del ganador, por favor, escribid a cuenta140@elcultural.es

Un saludo cordial