¿Qué libro tiene entre manos?

Wollstonecraft, hijas del horizonte, un libro editado por Fernando Marías que contiene cuarenta y tres textos de diferentes autoras y algunos autores. Textos narrativos, teatrales, autobiográficos..., que siguen la estela de esta mujer apasionante, madre de Mary Shelley.

¿Ha abandonado algún libro por imposible?

Últimamente abandono muchos libros. Lo raro es que los acabe. Debe de ser la edad.

¿Con qué creador le gustaría tomarse un café mañana?

Con Emilio Lledó, lo tenemos pendiente. También con el compositor Joan Albert Amargós.

¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?

Si se refiere a ciertas maneras extrañas de expresión que algunas mujeres de la limpieza barren creyendo que es basura, no me gusta ni me emociona. Aunque, claro que en el arte presente existen autores y obras que entiendo y me encantan.

¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?

De muchos. Si es de un muerto, Marc Chagall. Si es de un vivo, Luis Ardevínez. Sin olvidar a Mercedes Gómez Pablos. Cuando tenga dinero compraré uno de sus preciosos cuadros.

¿Alguna experiencia teatral que le cambió la vida.?

Cada obra escrita me ha cambiado la vida. Quizá mi primer estreno, La llamada de Lauren en 1985...

¿Qué autor ha sido imprescindible en su carrera?

Fermín Cabal, Buero Vallejo, José María Rodríguez Méndez, Ana Diosdado...

¿Cómo debe ganarse el teatro a las nuevas generaciones?

Creo que han de ser las nuevas generaciones las que han de ganarse al teatro.



¿Puede el teatro transformar una sociedad?


Sí. El teatro tiene un gran poder. Es el espejo donde nos vemos en acción. No es una imagen, no es un concepto o una melodía, somos nosotros en vivo y en directo enfrentados a nuestros conflictos. Con que un solo espectador cambie, el mundo cambia.

¿Hacer que una persona pase de ser un excluido a un ciudadano de pleno derecho es un primer paso en esa transformación, como en Magia-Café?

Es una de las obras que hemos montado con la ONG Caídos del Cielo. Es otro ejemplo del poder del teatro. La pena de cada uno no se cuenta, hay que convertirla en algo artístico: un personaje, un monólogo, un texto... Sólo la creación generosa cura las heridas profundas.

¿Oye mucha música? ¿Cuál?

Cuando escribo necesito silencio total. En la calle sólo me acompaña el terrorismo acústico. En el día a día solo escucho música en la radio cuando hago gimnasia. Música que me anime. Demasiado poca, ya ve.

¿Es usted de las que recelan del cine español?

En absoluto. Estoy muy atenta a lo que se estrena. De vez en cuando sale alguna joyita. Muchas sería imposible, como en cualquier arte.

¿Cuántas veces va al cine al año?

Intento ir una vez a la semana. Me encanta el buen cine.

¿Qué obra de teatro recomendaría ver urgentemente al presidente del Gobierno (aunque sea en funciones)?

A alguien que no tiene sensibilidad para apreciar un hecho artístico no le forzaría a ver ninguna obra. Le dimitiría de su puesto. Un presidente y demás políticos tienen la obligación de apoyar la cultura de su país. Sin miedo, decididamente. La cultura y la creación son la conciencia de un país. Si no la fortalecen están demostrando ignorancia e incompetencia.

¿Le gusta España? Denos sus razones.

Cómo no me va a gustar. Es mi país, mi esencia. Son mis costumbres. Mi casa. Amo sus paisajes y, en general, a sus gentes. Por supuesto que hay algunas cosas que me desquician, pero como de mí misma. No me gusta ese halo victimista que nos envuelve y que va unido a la queja continua y a la inacción. Los países "civilizados" hemos hecho de la sociedad un mercado inútil que nos hace egoístas e infelices. Estamos caminando por la cuerda floja del materialismo irracional. Y eso, como vemos, lleva a la violencia.

Menos IVA y más...

...aprecio por el arte y los artistas.