Raúl Arias

En un mundo en el que el poder de lo visual ha ganado el terreno y los usuarios buscan la inmediatez de una imagen frente a un largo texto, la ilustración coge fuerza. En Estados Unidos lleva siendo una corriente de éxito desde hace años con su consiguiente incursión en los museos. En España la expansión de esta disciplina está siendo más tardía pero ha llegado. Tal vez uno de los ilustradores más importantes sea Raúl Arias (Madrid, 1969) quien expone en el Instituto Cervantes de Río de Janeiro (Brasil) una retrospectiva de sus trabajos más importantes ligados al mundo de la política. Con una trayectoria de más de 20 años, considera que una invitación semejante es "un reconocimiento al trabajo realizado diariamente".



Pregunta.- Para la exposición ha escogido usted mismo las ilustraciones a enseñar. ¿Cuál es el hilo conductor?

Respuesta.- La invitación me la hizo el Instituto Cervantes en Brasil a través de Óscar Pujol y Maria Gómez, personas a las que les estoy muy agradecido. Como institución cultural española de referencia en ese país pensé que les podría interesar los acontecimientos políticos acontecidos en los últimos años en España. He tenido la suerte de realizar diversas ilustraciones semanales para las tribunas en el diario El Mundo, la mayoría de ellas de temática política , he utilizado esta excusa como hilo conductor en una retrospectiva visual con imágenes muy conceptuales la mayoría de ellas.



P.- Va a participar en charlas sobre la ilustración. ¿Qué es la ilustración desde su punto de vista?

R.- Lo concibo como una forma de expresión artística como otras muchas, pero que a diferencia de otras es muy flexible tanto en técnica como en formato, y que hace unos años era minoritaria tanto en la percepción por la sociedad como de la industria pero por suerte esto está cambiando.



P.- A lo largo de los años se ha visto una gran evolución y recientemente ha habido una expansión de esta disciplina. ¿A qué cree que puede deberse esto?

R.- La ilustración en otros países ya estaba considerada como arte y tiene cabida tanto en museos como en cualquier otra institución de ámbito cultural y tiene, como en el caso de la pintura, una red de coleccionistas, representantes, galeristas, etc...



Ilustraciones de Raúl Arias

P.- Al mismo tiempo la ilustración ha ido de la mano de la situación social, económica y política. ¿Qué poder se puede ejercer mediante la misma?

R.- Una ilustración en prensa, sobre todo si acompaña una columna política o social, tiene lógicamente una responsabilidad con el texto que acompaña y con el autor del mismo, aunque no comparta en algunos casos su línea ideológica. De cualquier manera como autor de la imagen pienso que todos damos pinceladas inconscientes o conscientes de nuestras conclusiones. A partir de ahí la interpretación de la imagen es libre y propiedad del lector. Diría que el columnista y el ilustrador debemos ser buenos compañeros de baile.



P.- En las elecciones que proclamaron a Obama presidente de EEUU veíamos una ilustración de él que fue viral y es mundialmente conocida. ¿Tan fuerte puede llegar a ser su poder?

R.- Vivimos en la inmediatez del deseo, no concedemos tiempo a la lectura ni a la investigación, por desgracia. Una imagen impactante te da una emoción inmediata (publicidad), un estado de ánimo (cartelería belicista), se puede convertir en un puñetazo en la cara, o en un beso en la mejilla, pero ante todo es un vehículo de comunicación instantáneo y fácil de consumir, de ahí su responsabilidad.



P.- ¿Cuáles son las características esenciales de una buena ilustración?

R.- Depende del tipo de ilustración, si es editorial de prensa, publicitaria, etc. Creo que en cualquier caso como denominador común, independientemente del soporte, deben comunicar, emocionar y sorprender. No importa el estilo, la técnica ni el formato.



P.- En su caso personal, ¿qué cree que es lo que le diferencia de los demás?

R.- Para mí es difícil responder, pero voy a intentarlo. Creo que tengo la suerte de no tener una forma de trabajar única, ni un solo estilo definido, me importa más el resultado que la autoría del trabajo, y no tengo prejuicios a la hora de trabajar, lo que me permite hacer desde una ilustración de prensa, un cómic, diseñar un packaging, realizar una pieza de animación o construir un decorado.



Ilustraciones de Raúl Arias

P.- En cambio, cuando hablamos de ilustración infantil imagino que las premisas son diferentes. ¿Cómo se enfrenta a un público más joven y aún maleable?

R.- Los adultos somos niños enfermos que estamos llenos de prejuicios, de miedos, de ataduras..., trabajar para el público infantil te da una libertad que sabes que te será recompensada, puedes experimentar más generosamente pues tienen mayor imaginación y lo agradecen, y los editores de literatura infantil cada vez apuestan más por la calidad de los libros, del papel, de formatos y de distintos materiales.



P.- La prensa española apuesta por las tiras cómicas. No es un fenómeno actual sino que tiene un largo recorrido. El lector muchas veces busca la inmediatez que esto ofrece. ¿Qué opina?

R.- Creo que todavía no apuestan lo suficiente..., muchos medios no tienen ni un solo humorista gráfico en sus páginas, creen que no es un contenido serio o que no es un elemento en el invertir, gran error. Suelen ser de los contenidos más visitados en las webs de comunicación, al igual que en las páginas de papel. Creo que todavía no se dan cuenta de lo importante que es hacer sonreír al lector y hacerle sentir cómplice con el contenido y la línea editorial de la información que se le da y esto solo lo da el humor grafico.



P.- ¿Hay algún ilustrador que le sirva de espejo en el que poder mirarse? Cuando se enfrenta a una nueva pieza, ¿por dónde empieza?

R.- Aprendo del trabajo de muchos compañeros, los estudio, observo e imito, por citar alguno diré que en España tengo especial admiración por Ricardo Martínez, compañero en El Mundo, creo que es un maestro y una suerte para los demás poder aprender semanalmente de su trabajo, un genio. Empiezo por conocer, leer e investigar el tema y cualquier referencia visual relacionada. A partir de ahí la imaginación y el trabajo hacen el resto.



P.- Ha hecho alguna portada para El Cultural. Cuando tiene que hacer una portada, ¿en qué se basa?

R.- En las portadas de las publicaciones la libertad está compartida pues estás condicionado, lógicamente, por el contenido de la misma, por la línea editorial y trabajas acompañando al director de arte, en este caso pieza fundamental de la portada. En algunos casos te hacen una propuesta y en otros la haces tú, es un trabajo de equipo.