El periodista y escritor Jesús Ordovás presenta el libro Viva el Pop (Lunwerg).

El periodista y musicólogo presenta en Madrid su último libro, 'Viva el pop' (Lunwerg). Será este miércoles a las 19.30 en Fnac Callao, en un acto en el que participan Alaska, Mario Vaquerizo, Víctor Coyote, Ouka Leele..

El periodista pulsó el disparador de la Movida un domingo en el Rastro. Se había fijado en una chica canija que vendía junto a una amiga un fanzine titulado Kaka de Luxe. Lucía unas gafas de mosca, un collar de pinchos y una chupa vaquera. Las manos en los bolsillos y la pose ligeramente desafiante. Muy poco tiempo después de aquella instantánea, la retratada se convirtió en la musa del movimiento punk de Madrid. Era Alaska, que no sabía entonces que había posado para uno de los ideólogos de aquella ola, Jesús Ordovás. El mismo locutor que le dijo a Colomo que Burning era el grupo perfecto para Qué hace una chica como tú; el primer crítico que dedicó unos minutos a escuchar las maquetas que le había dejado un tal Almodóvar. Si alguien tiene derecho a alzar la bandera del mancillado término -hoy más Removida que Movida- es él, que estuvo en todos sus hitos, que apoyó a todos sus personajes y que acompañó a sus herederos en el largo camino que va desde el 77 a la actualidad, cuando tras ser expulsado de Radio Nacional con el penoso ERE de los veteranos, ha regresado a las ondas con el programa Nuevas Sensaciones para seguir dando voz a los grupos neonatos. Además, escribe. Hoy presenta en Madrid su libro Viva el pop, una historia gráfica de todo el imaginario coleccionable que se ha ido desplegando alrededor de la música. A saber, carteles, chapas, fanzines, camisetas, entradas de conciertos... Un paseo nostálgico con "lo más relevante" de un material que, tranquiliza, nunca dejará de producirse, pese al formato digital: "Sigue habiendo mucho talento creativo y hemos vuelto al hazlo tú mismo".



Pregunta.- Recuerdo alguna foto suya en su casa, con el salón y los pasillos atestados de libros, discos y objetos del pop. ¿Cómo ha logrado extraer de toda esa masa una selección con lo más relevante de los últimos 35 años de música española?

Respuesta.- Ha sido muy difícil, como dices, tengo una cantidad espeluznante de cosas que he ido reuniendo y guardando en cajas durante años. Es material que he comprado a lo largo de todo este tiempo o que he recibido de los grupos, de los pintores, diseñadores... Me ha costado dejar cosas fuera y, de hecho, mucha gente me ha dicho: "Oye, Jesús, que no me has sacado". He hecho lo que he podido y creo que el resultado es muy atractivo, están los grupos y personas que han aportado algo nuevo con el curso de los años.



P.- Pero sus favoritos son siempre los primeros, los que prendieron la mecha.

R.- Lo más interesante es el punk. Alaska abre el libro con una foto que le hice en el Rastro. Ella había llegado de Londres y se había puesto a vender en un puesto el fanzine de Kaka de Luxe. En ese momento arranca una etapa creativa que coincide con el cambio democrático y que se da en todos los ámbitos, en las revistas, en la música, en los cuadros, en la fotografía...



P.- ¿Y después de la consabida explosión de los primeros años, cree que ha habido continuidad? No me refiero sólo a la música, también a todo ese universo pop que la rodea.

R.- La hay, para empezar por los artistas que empezaron entonces. Muchos de ellos han evolucionado muy bien, mucho más de lo que hubieran soñado. Almodóvar no podía imaginarse ganando un Oscar cuando hizo Pepi, Lucy, Boom ni tampoco Alaska, que era una chica que no sabía cantar ni tocar la guitarra, pudo pensar que seguiría cantando en Fangoria, convertida en un icono, en 2013, como Loquillo o Santiago Auserón. Lo mismo con los artistas, como Ceesepe, El Hortelano... Eran gente que tenía un puesto en el rastro y que hoy son premios nacionales.



P.- Al que no fue compilando objetos, entradas, carteles... su libro le da la oportunidad de volver a poseer ese imaginario nostálgico. ¿Cree que los nuevos formatos acabarán con el placer de coleccionar?

R.- En algunas cosas sí. Hoy compras una entrada y te dan un trozo de papel con una tinta que acabará borrándose, mientras que antes eran un objeto pop y, casi siempre, con un diseño espectacular, como los flyers, los pósters. A pesar de esto, sigo viendo mucha creatividad en la calle, basta dar un paseo por Madrid para ver la calidad de los carteles de los conciertos. Algunos de sus responsables son los que ya empezaron entonces, como Manolo Uvi, que es el que recopila los pósters y flyers en un sobre, esta suya es una idea muy buena. Lo mismo se puede decir de Víctor Coyote, un dibujante excepcional, o de diseñadores como Aramburu, que surgió en los 90 y al que le dedico mucho espacio en el libro. También siguen trabajando dibujantes como Mauro Entrialgo, que colabora en periódicos, y Miguel Ángel Martín, que sigue haciendo portadas para sellos independientes y grupos. Junto a ellos, hay una nueva generación trabajando, también en campos como el del cortometraje, el vídeo... Sobre todo, lo que veo es que hay muchas formas nuevas de dar a conocer lo que haces, el problema es que hay tanta gente creando que es difícil destacar. En los 80 eran nueve personas y ahora son 5.000.



P.- El libro se para en el año 2010. De lo que llevamos de década, ¿a quién incluiría? ¿Quién llegó para quedarse?

R.- Es difícil predecir, pero diría que Señor Chinarro, que lleva años en la música y que ahora también escribe novelas. Es una persona crítica e inteligente que participa constantemente en redes sociales. También a grupos como Astrud e Hidrogenesse, que desarrollan una tarea muy creativa e inteligente y que apoyan a nuevas bandas. En Madrid, por ejemplo, a Juanita y los Feos...



P.- Para apoyar a esos nuevos grupos también está usted, que ha vuelto a la radio. ¿La echaba de menos?

R.- Claro, dar a conocer gente nueva es lo mío, nunca he dejado de hacerlo y tenía ganas de volver a la radio. Tengo el programa Nuevas sensaciones, en Radio Gladys Palmera, está colgado en la red.



P.- ¿Qué posibilidades hay de que se dé otra Movida?

R.- Mucha gente dijo que la movida había muerto mientras yo me dedicaba a decir que se había expandido. Ahora a los grupos se han unido también las salas de conciertos. Hoy hay 30 escenarios funcionando en Madrid con conciertos todos los días. En los 80, había tres o cuatro. Lo que empezó siendo una chispa ha llegado a toda la ciudad. Hay gente animándose a hacer cosas muy interesantes.



P.- Pero hay otros males. Desaparecen festivales, no se llenan las salas...

R.- Los problemas de cierres también los hubo en los ochenta. En Huertas, donde vivo, abren y cierran locales constantemente. La gente si se cierra uno se va a otro sitio. No se duerme, se va a hacer otra cosa. A pesar de esta crisis que nos quiere convertir en esclavos de la banca, el futuro de la música será bueno.



P.- ¿Y qué tiene que decir Ordovás en ese futuro?

R.- Voy a sacar un libro dentro de un par de meses, dentro de la colección Los libros de Ouka Leele. Es un On the road en el que cuento lo que vi viajando por Europa y Estados Unidos desde el año 70 hasta el 77. Se titulará Los viajes JOB. También estamos preparando una película sobre los comienzos de la Movida, inspirada 24 Hours Party People. Hemos terminado el guión y ahora el director, Juan Vicente Córdoba, y yo estamos atando cabos. Será con actores todo, pero habrá algún cameo de personajes de la Movida, aunque los grupos no serán los auténticos. La idea es que yo sea el periodista que le da el hilo conductor a la película. El título será Enamorado de la moda juvenil.

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