Fluxus es una especie de carta oculta de la música del siglo XX, que parece estar en blanco pero más bien está escrita con tinta invisible. Bajo su influencia están figuras tan gigantescas del pop como John Lennon, quién llegó a participar en los eventos y modos de creación Fluxus y fue influido radicalmente por la coherencia y el genio de su esposa Yoko Ono, a su vez uno de los personajes principales en Fluxus y las músicas que derivaron de ello.



Lennon es el autor del "prologo" ("¡Hola! Soy John Lennon, y os presento a Yoko Ono") del imprescindible libro Pomelo, editado en España por el Centro de Creación Experimental de la Facultad de BBAA de Cuenca. En él Ono trabaja con obras por instrucciones entre las que se encuentran piezas musicales imaginarias. Sus partituras poéticas, recetas de música, pueden ser interpretadas pero también se leen, pueden ser simplemente mentales:



PIEZA SECRETA (1953)

Decide la nota que quieres tocar.

Tócala con el siguiente acompañamiento:

El bosque entre las 5 y las 8 de la mañana,

en verano.



PIEZA PARA ORQUESTA (1962)

Contad de memoria

Todas las estrellas de esa noche.

La pieza concluye cuando todos los miembros de la orquesta

terminan de contar las estrellas,

O cuando amanece.



Se puede hacer con ventanas

en lugar de estrellas.



PIEZA RECOPILACIÓN (1963)

Recoge en tu cabeza los sonidos que

has oído sin querer durante la semana.

Repítelos mentalmente en diferentes órdenes

una tarde.



PIEZA DE PECES (1964)

Graba las voces de los peces

en una noche de luna llena.

No dejes de grabar hasta el amanecer.



PIEZA DE ECO TELEFÓNICO (1964)

Consigue un teléfono que sólo repita

tu voz.

Llama todos los días y habla sobre muchas

cosas.



La música que Ono ha compuesto a veces resulta no ejecutable sólo puede oírse interiormente, y ha organizado conciertos en que el público debe imaginarla por sí mismo. De todos modos, la neoyorquina-japonesa no se limitó a lo imaginario sino todo lo contrario. Si algo le cuadra a sus obras grabadas es que suenan exactamente "físicas". La misma Ono provocó interesantes e inquietantes acercamientos de los postulados de la experimentación radical de Fluxus al pop y al rock, a veces utilizando la voz (su voz educada para el bel canto) a modo de instrumento que prolonga el cuerpo, tal y como lo había hecho, por ejemplo, Hendrix con la guitarra. A esta gran creadora musical pretendo dedicar un post dentro de la serie Pioneras. Pronto.



Por supuesto dentro de la nómina de músicos esenciales en la historia de la música popular relacionados con Fluxus está John Cale, quien participó en eventos Fluxus antes de unirse a la Velvet en 1965. La viola de Cale formaba parte del ensemble The Dream Syndicate y acarrea el experimentalismo radical de la banda de La Monte Young al rock de origen blues-rock y folk de The Velvet Underground, aplicándole su particular tratamiento de choque, drones mediante.







Sonic Youth (en mi opinión un grupo Fluxus en muchos de sus aspectos) han manifestado su cercanía y enorme interés por Fluxus y por su más claro antecesor John Cage. En su doble CD, "SY4: Goodbye 20th Century" de 1999 incluía versiones de piezas experimentales de Cage, Yoko Ono y James Tenney. También rindieron homenaje a George Maciunas, en su, a su vez homenaje de Maciunas a Nam June Paik "Piano Piece #13 (for Nam June Paik)".











El caso de Genesis P-Oridge es algo más lateral si bien aparece señalada con frecuencia como integrante del grupo Fluxus. El fundador de la seminal banda de música Industrial Throbbing Gristle y creador de Psychic TV y siempre continuador de las experiencias performáticas Fluxus junto a Cosey Fanni Tutti en COUM Transmissions. Desde luego en los proyectos de Genesis parece fácil ver una exploración de los principios Fluxus en su aspecto más neurasténico, tribal y oscuro.







En 1982 Genesis organizó junto a David Dawson y Roger Ely una gira llamada THE FINAL ACADEMY, donde reunían a William Burroughs con otros artistas como Brion Gysin, John Giorno o Anthony Balch en lecturas de poesía, performances e instalaciones, junto a actuaciones de música Industrial influenciados por él como Cabaret Voltaire, Psychic TV o 23 Skidoo.







The Final Academy de 1982 influyó notablemente en la vuelta a la actividad Fluxus de uno de sus fundadores americanos, Al Hansen, cuya notoriedad como performer comenzó cuando tiró un piano por la ventana desde un quinto piso en Frankfurt. Autor de una de las biblias del arte de performance, "A Primer of Happenings and Time Space" La correspondencia de Al con el contexto pop fue fructífera y se relacionó con artistas como Andy Warhol, Yoko Ono o Lou Reed. El abuelo Al fue el cofundador en 1977 de la sala de la escena punk-rock hollywoodiense The Masque. Y llevó las bandas de Punk minimalista The Controllers y The Screamers en San Francisco.



Al Hansen no es otro que el abuelo de Beck. Juntos pasaron un periodo en Alemania después de que el chaval dejara la escuela secundaria a mediados de los 80. No tengo dudas de que el rubiales californiano es un profundo conocedor de aspectos tan reivindicados por Fluxus como el valor de la partitura y del trabajo intermedia y colectivo, así como el collage (mediante samples) o la grabación en proceso, hoy tan habituales en el pop, pero una locura hace unas décadas.



Nieto y abuelo, tuvieron ocasión de reunir sus obras y puntos de vista, tan compatibles, en la exposición Playing With Matches en 2000 y 2001, que hizo circular por Santa Mónica, Nueva York, Tokio y Nashville, los collages, vídeos y performances de Al junto a los videoclips, poemas y collages de Beck.



Parentescos, redes de influencias, este tema y las relaciones que aparecen, resultan fascinantes. En cuanto uno se pone a escarbar en la red de redes buscando cosas sobre este asunto, aparecen documentos de lo más insospechados. ¿Cómo calificar si no como Fluxus el momento protagonizado por uno de los miembros señalados de la aristocracia intelectual del pop reciente como el ex Pulp Jarvis Cocker? Miren:







El rayo no cesa y siguiéndolo nos llevaría seguro hasta Frank Zappa, Brian Eno y quién sabe cuñantos más. Pero nos trasladamos hasta el rabioso presente y al motivo por el que empezamos a escribir este post doble hace unos días. En Madrid estamos de enhorabuena porque acaban de comenzar las jornadas de homenaje a los cincuenta años Fluxus en el Museo Reina Sofía. Quienes se pasen por "Fluxus to the People" hoy viernes 21 podrán asistir a las siete de la tarde a la improvisación-concierto que se ha organizado y a la que no han querido dejar de unirse músicos compañeros del pop como Javier Monserrat que promete estar lúcido como un cencerro. No me lo pierdo.