Cañizares. Foto: Amancio Guilllén.

Sony Classical publica hoy su nuevo disco: 'Goyescas. Granados por Cañizares'

El músico catalán celebra este año cuatro décadas de amor incondicional a su guitarra con una grabación de las Goyescas de Enrique Granados que publica, precisamente hoy, Sony Classical. Conoce el guitarrista y compositor el sonido de la Filarmónica de Berlín y ha probado la acústica del Carnegie Hall de Nueva York, pero insiste en presentarse sin el Juan Manuel para subrayar sus orígenes flamencos. Los mismos que, con sólo 16 años, le llevaron a ganar el Premio Nacional de Guitarra en Jerez y a colaborar toda una década con el maestro Paco de Lucía. "No trato de reivindicar nada", concede a Elcultural.es, "sólo de llamar a las cosas por su nombre". Y él se llama Cañizares, a secas, porque sus transcripciones de la Iberia y de El concierto de Aranjuez consiguen ser fieles tanto a Albéniz y a Rodrigo como a lo que Albéniz y Rodrigo, Falla, Turina y Granados debieron de escuchar antes de sentarse a componer. El próximo 21 de febrero, Gerard Mortier, para quien esta nueva grabación es nada menos que "un hecho histórico", acompañará a Cañizares en la presentación de su disco en el Teatro Real de Madrid.



Pregunta.- Detrás de cada disco hay una historia. ¿Cuál fue el origen de sus Goyescas?

Respuesta.- El big bang fue la admiración que siento por Granados y otra serie de compositores españoles cuyas partituras son monumentos musicales que uno puede contemplar desde la distancia pero, sobre todo, visitar, sala por sala, habitación por habitación, para recrearse con el sentido profundo de su música.



P.- ¿Cuál ha sido el gran reto de esta transcripción de la suite para piano?

R.- Sin duda, no desvirtuar las ideas ni las intenciones de Granados. He tratado en todo momento de respetar el sonido y la intención de cada pasaje en un espacio más reducido, pues la extensión sonora del piano es mucho más amplia que la de la guitarra. En ese sentido, lo más complicado ha sido que no se perdiera el sentido musical en mis manos, que no se rompieran las líneas melódicas y armónicas de las Goyescas al trasladarlas al mástil de la guitarra.



P.- Las Goyescas dieron origen a una ópera homónima que Granados estrenó en el Metropolitan de Nueva York en 1916. ¿Ha recurrido a esta partitura en sus transcripciones?

R.- Conozco la ópera, pero no he querido salirme de la obra original para piano, de la que, por cierto, se han cumplido 100 años en 2011.



P.- En 2012 se cumplirá también un siglo del hundimiento del Titanic, al que dicen sobrevivió Granados...

R.- Existen varias leyendas sobre las aventuras náuticas de Granados, que sentía un miedo atroz al mar. No hay que olvidar que el contexto bélico de la segunda década del siglo XX complicaba mucho las comunicaciones marítimas. No se sabe bien si Granados llegó a sobrevivir al Titanic pero sí que durante su traslado a Nueva York para el estreno de Goyescas el buque Montevideo en el que viajaba fue interceptado varias veces. El destino quiso que perdiera la vida unos días después, el 24 de marzo de 1916, al ser torpedeada por la armada alemana la nave Sussex en la que se encontraba. Cuentan que Granados había conseguido un bote salvavidas, pero que al escuchar los gritos de su mujer desde el agua se lanzó a por ella. Y ambos perecieron.



P.- La polémica grabación de Los conciertos de Aranjuez le enseñó que las versiones flamencas son poco conciliadoras en lo que a gustos se refiere. ¿Está preparado para lo que pudieran desatar estas Goyescas?

R.- Duermo tranquilo. He sido fiel a la obra y al compositor. He realizado una transcripción noble de lo que esta música está llamada a ser. A través de diferentes conexiones musicales, muy familiares y cercanas, le he buscado las cosquillas flamencas a Granados, y he dado con ellas.



P.- ¿Cómo recuerda, ahora que ha pasado el tiempo, su colaboración con Rattle y sus filarmónicos de Berlín?

R.- Me he llevado mucho de ese encuentro. Y espero que ellos también hayan podido aprender de mí. Recuerdo que el primer día de ensayo, para romper el hielo, Rattle les advirtió de mi presencia: "Cuidado con la percusión, que hoy tenemos a un guitarrista flamenco en nuestras filas". Después, la risa dio paso al respecto y el respeto a la comunión.



P.- Su guitarra conoce la Suite Iberia de Albéniz, la vanguardia de Como llora el agua de Mauricio Sotelo, el pop de Punto de encuentro y el flamenco puro de Cuerdas del alma. ¿Cuántos Cañizares hacen falta para tantos registros?

R.- Sólo uno, pero con la brújula bien calibrada. Mi guitarra apunta a las esencias, nunca al embuste ni a la farsa.



P.- Ha tocado con Serrat, Peter Gabriel, Al Di Meola o Mike Stern, y también ha secundado a Morente, Camarón, Rocío Jurado o Gerena. ¿Con quién le gustaría emparejarse ahora?

R.- Diría que con Chick Corea. Pero no descarto un reencuentro con Paco de Lucía. Todo llegará.

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