Arcadi Espada, en una imagen de archivo.

Arcadi Espada, en una imagen de archivo. Silvia Pérez.

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La redacción de 'El Mundo' censura la columna de Arcadi Espada que llamaba "mariconazo" a Rufián

21 septiembre, 2018 20:58

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La redacción de El Mundo ha estallado contra el columnista de este diario Arcadi Espada, tras la publicación de su columna contra Gabriel Rufián en la que lo calificó de "mariconazo", tras su enfrentamiento dialéctico contra el ex presidente José María Aznar en el Congreso de los Diputados.

El escrito al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, lo ha firmado este viernes medio centenar de redactores/as de El Mundo y El Mundo.es, y ha sido entregado al director del periódico, Francisco Rosell. Según ha podido saber este diario en la redacción produjo gran enfado la columna de Arcadi Espada y se optó por enviar un mensaje público en su contra.

La carta titulada "En defensa de un  periodismo libre, crítico, pero respetuoso" y "contra las palabras soeces, groseras y homófobas" expresa el rechazo a que El Mundo "haya sido utilizado por este columnista para difundir frases homófobas". "Sentimos vergüenza ajena por esas palabras y lamentamos que hayan sido difundidas en nuestra cabecera", indican estos redactores en la misiva.

Tras la publicación de la columna esta semana en El Mundo, Espada ha sido denunciado por organizaciones LGTB por delitos de odio y está siendo investigado por la Generalitat de Cataluña por "posible homofobia". Ahora suma un nuevo rechazo, esta vez de los periodistas del propio periódico de Unidad Editorial.

La carta íntegra

Los trabajadores y trabajadoras de EL MUNDO y EL MUNDO.es que firmamos este escrito lo hacemos para transmitirte nuestro rotundo rechazo hacia algunas frases que el colaborador Arcadi Espada incluye en la columna titulada Aznar, sin complejos, publicada el 19 de septiembre de 2018 en nuestro periódico.

Las palabras soeces, groseras y homófobas que dedica al diputado de ERC Gabriel Rufián no debieran haber sido publicadas nunca en un medio de comunicación. Nosotros no juzgamos las opiniones que tenga Arcadi Espada, porque es muy libre de pensar como quiera y ejercer su derecho constitucional a difundir sus ideas -en este caso, a través de EL MUNDO.es-, pero sí expresamos nuestro rechazo a que nuestro periódico haya sido utilizado por este columnista para difundir frases homófobas.

Además, durante las últimas semanas hemos observado desde la redacción, no sin cierto asombro, el tono de varios artículos publicados por EL MUNDO y otras cabeceras del grupo que consideramos del todo impropios de nuestro periódico. Hemos leído como una revista del grupo (Actualidad Económica) se postulaba en su portada, literalmente, “en favor de las putas y en contra de la mojigatería en general” mientras hablaba, también en portada, de un “Gobierno que da asco” en referencia al nuevo Ejecutivo socialista. Días después, un columnista de EL MUNDO (Fernando Sánchez Dragó) hacía una encendida defensa desde nuestras páginas del golpe de Estado de 1936, que consideraba “necesario” para compararlo, además, con la llegada al poder de Pedro Sánchez.

Nuestro libro de estilo dice literalmente que el periódico “está dispuesto a publicar cualquier artículo cuya tesis sea relevante para los lectores y esté expuesta de forma atractiva, dentro de unos mínimos de buen gusto y de respeto a las opiniones y sensibilidades ajenas que EL MUNDO mantendrá siempre" y añade que "excluirá de las columnas firmadas los insultos y las críticas extremas –como, por ejemplo, la comparación del responsable de los servicios informativos de TVE con el dirigente nazi Josef Goebbels– que podrían dañar la propia credibilidad del periódico. Entre los insultos proscritos están las descalificaciones ad hominem, incluidas las referencias a las creencias religiosas, las preferencias sexuales o la apariencia física del personaje criticado”. 

Consideramos que estos artículos a los que hacemos mención, que son sólo los más exagerados de un tono demasiado habitual últimamente en nuestras páginas, vulneran claramente nuestras normas generales de estilo y producen un evidente perjuicio a la marca del periódico. Igualmente dificultan el trabajo de los redactores a la hora de tratar con ciertas fuentes, que observan con la misma perplejidad que nosotros la deriva intelectual de la cabecera.

Director, los firmantes de este escrito respetamos profundamente la libertad de expresión de quienes publican artículos de opinión en el diario, sean cuales sean sus ideas, siempre que respeten la Constitución y las leyes. Pero hay líneas rojas que no se pueden traspasar y Arcadi Espada las ha traspasado con sus palabras homófobas y groseras, impropias de ver la luz en cualquier periódico mínimamente serio.

Sentimos vergüenza ajena por esas palabras y lamentamos que hayan sido difundidas en nuestra cabecera. No es la primera vez que un colaborador del periódico (Salvador Sostres) ha publicado columnas intolerables en democracia. Por eso, te pedimos que refuerces los controles previos para evitar que frases como esas aparezcan en nuestro diario, que pienses si EL MUNDO y EL MUNDO.es deben dar cabida a estos despreciables comentarios y que adoptes las medidas necesarias ante la gravedad de lo ocurrido.