Fernando Alonso mira su Alpine A522 tras abandonar en Singapur

Fernando Alonso mira su Alpine A522 tras abandonar en Singapur Europa Press

F1 GP DE JAPÓN

Así se rompió la relación Alonso-Alpine antes de sus últimas cinco carreras: la lista de los desastres

Fernando Alonso disputa en Suzuka la primera de sus últimas cinco citas con Alpine, que no ha respondido a las últimas quejas del piloto español.

7 octubre, 2022 02:15

La agonía tiene fecha de caducidad. El tiempo de Fernando Alonso en Alpine se va acabando y el de Japón de este fin de semana será el primero de los cinco últimos Grandes Premios del asturiano con la escudería francesa. El Mundial de Fórmula 1 encara la recta final de su temporada y se acerca el fin de otra etapa de la carrera del piloto español.

Tras lo de Singapur, Alonso estará deseando más que nunca acabar y ponerse manos a la obra con Aston Martin. Con esa misma ilusión volvió hace dos años a Renault, que poco después cambió su identidad a como actualmente la conocemos. Ahí empezaron los cambios, esos que acabarían por destruir todas las promesas que le hicieron a Fernando para convencerle en su regreso a la F1.

La relación está rota. Lo del último fin de semana colmó el vaso de la paciencia del piloto. Desolado, primero, e iracundo, después. Para Fernando Alonso fue muy duro ver cómo otro de sus mejores Grandes Premios en pilotaje se veía arruinado por un problema del Alpine.

[Fernando Alonso se sube por primera vez al Aston Martin antes de acabar la temporada con Alpine]

En Suzuka se respira aire de separación anticipada. Cada uno por su lado. Piloto y escudería. La herida de Singapur todavía está muy reciente y sigue abierta. Otro desastre en un día tan especial: la carrera 350 de Fernando en la Fórmula 1. Alonso, que salió quinto por delante de Ocon e ilusionado por la pista mojada, vio otra vez sus sueños arruinados por culpa del equipo.

Alpine va a lo suyo: "De vez en cuando te pillan los problemas, como a todo el mundo", dijo Pat Fry -director técnico de la escudería-. Ni siquiera se dan razones, que es lo que más le debe doler a Fernando Alonso. Por suerte para el asturiano, la cuenta atrás ha comenzado para no tener que rendir cuentas más ante Fry, Otmar Szafnauer y compañía.

La de Marina Bay será recordada como una de las grandes broncas de los últimos años. El "es inaceptable" de Alonso todavía resuena en el paddock. Más aún el retrato que hizo del desastre de Alpine en 2022, con una cuenta más que clara: 60 puntos que se han ido yendo de sus manos por los constantes problemas de fiabilidad.

Fernando tiene marcadas 8 carreras, de las 17 disputadas, en las que el A522 o el equipo le fallaron y no pudo sacar un resultado acorde a su rendimiento individual. Son casi la mitad de las pruebas que se han disputado. Un desastre sin igual que cerrará con tonos oscuros la etapa de Alonso en Alpine.

Inicio desastroso

Después de un primer año de aprendizaje para todos, Fernando y Alpine, se empezó 2022 con ilusión. Pero tardó poco en torcerse. En Baréin, Alonso salió octavo y acabó un puesto por debajo. Cruzó la meta por detrás de Ocon. Luego se supo que había un problema en el motor del A522, que perdía potencia. Competir así era muy complicado.

Lo peor, sin embargo, se dio en los dos siguientes Grandes Premios: los de Arabia Saudí y Australia. Dos ceros seguidos que eran como dos bolas de demolición contra la confianza en 'El Plan'. Dos fallos de motor. En Yeda abandonó cuando era sexto y en Melbourne acabó último. "No power", decía por radio en el momento de la rotura en la primera.

Sin respiro

Ni en Emilia-Romaña ni en Miami subió el contador de puntos. En Italia, un golpe en las primeras curvas dejó fuera de combate a Alonso, que en la primera carrera en EEUU acabó sexto. Llegaba España, con la ilusión de reivindicarse en casa... y otro mazazo: cambio de motor y al fondo de la parrilla en la salida. En la carrera hubo remontada, aunque aplacada por un mal pit stop. Fernando quedó noveno.

En Mónaco y Azerbaiyán, Alonso sumó 12 puntos. Dos séptimas plazas consecutivas, y por delante de Ocon. Parecía que las cosas podían arrancar y en Canadá las cosas fueron a más. Fernando logró el sábado clasificar en un milagroso segundo puesto. La emoción se palpaba, pero un fallo energético del bólido -perdía entre 7-8 décimas por vuelta- le hizo caer y resignarse a acabar otra vez en el puesto 7. 

Drama en el sprint

Durante el comienzo del verano, era cuando mejor rendía el Alpine. En Silverstone, Alonso acabó quinto -mejor resultado de la temporada-. Pero siempre que Fernando estaba bien, parecía que un muro le frenaba. En Austria, el coche no pudo ponerse en marcha en la carrera al sprint del sábado y salió último en carrera, acabando décimo.

Dos 'ceros' en Monza y Singapur

Un sexto puesto en Francia y un octavo en Hungría fueron los últimos resultados de Alonso antes del parón de agosto y anunciarse su fichaje por Aston Martin para 2023. Pese a seguir siendo la noticia en el paddock a la vuelta de vacaciones, el asturiano igualó su mejor resultado en Spa: quinto puesto. Luego en Países Bajos fue sexto.

Y nos ponemos en el punto actual. Primero Monza y luego Singapur. Otra vez dos abandonos, recordando los peores momentos de la temporada. Dos ceros por problemas del Alpine. El motor falló en las dos carreras y Fernando no pudo terminar ninguna de ellas. El pasado domingo, la frustración de Alonso se hizo evidente. Su cara tras las barreras lo decía todo.

Fernando Alonso habla con el equipo de Alpine en el pit-lane

Fernando Alonso habla con el equipo de Alpine en el pit-lane EFE

Ahora, más allá de acabar por delante de Ocon y de McLaren, el gran alivio de Fernando Alonso es que esto se acaba. Pronto pasará la página de 2022 y empezará a escribir la de 2023, la de otra etapa en su carrera con la ilusión de pelear en algún momento por su tercer campeonato del mundo. Ni Alpine ha conseguido que el asturiano, a sus 41 años, pierda la fe de ganar y la emoción por correr.