Leo Messi celebra uno de sus tres goles en el Ecuador - Argentina.

Leo Messi celebra uno de sus tres goles en el Ecuador - Argentina. REUTERS

Mundial de fútbol 2022

Messi regala a Argentina un Mundial: hat-trick para la historia en Ecuador

La estrella del Barcelona marca tres goles en el partido decisivo de la albiceleste en Quito (1-3) y clasifica a los de Sampaoli de forma directa al Mundial de Rusia 2018. Chile se queda sin Mundial tras perder en Brasil.

11 octubre, 2017 03:39

Nadie podrá decir ya que Leo Messi no se deja la vida por su país o que no aparece en momentos límites. La estrella de Rosario irrumpió en Quito para salvar a Argentina de una de las situaciones más límites que ha tenido en las últimas décadas. Messi cumplió lo que le exigía su leyenda. Era obligado que saliera al rescate de su selección en uno de los momentos más dramáticos. El futbolista del Barcelona apareció como imagen celestial cerrando la agonía y llevando él solo a Argentina al Mundial.

A Messi se le reclamaba que apareciera en situaciones que tantas veces vivió en el Barcelona, desequilibrando la balanza en momentos adversos. No lo hizo ante Venezuela, tampoco ante Perú. Por eso llegó Argentina aquí, al límite de todo. Era un día para él. Y no falló en el día más importante.

A Quito llegó Argentina con una obligación de ganar y esperar. Vencer le aseguraba mínimo la repesca ante Nueva Zelanda, pero necesitaba de otros resultados para ir al Mundial de forma directa. Y todo le salió bien: la aparición de Messi, la poca calidad de su rival, un Ecuador muy limitado, el empate de Perú y Colombia, la derrota de Chile en Brasil... Argentina está en Rusia ya. Al final, a la albiceleste la acompañarán en Rusia Brasil, Uruguay y Colombia. Perú jugará ante Nueva Zelanda la repesca. Chile, doble campeona de América, se quedó fuera de todo.

El mérito de Messi radicó esta vez en que no solo apareció en un encuentro decisivo sino que lo hizo en una situación extremadamente difícil. Quizá era la más complicada a la que se enfrentó Leo en toda su carrera con Argentina, por encima de las tres finales consecutivas que lleva perdiendo (la del Mundial 2014 y Copa América 2015 y 2016). Aquí estaba en juego no ir a un Mundial. Había mucho más que perder, ya que ir a Rusia era al final lo normal.

Un pletórico Messi celebra un gol en Quito.

Un pletórico Messi celebra un gol en Quito. REUTERS

Cuando marcó Messi sus dos primeros goles de Argentina, la albiceleste ya perdía en el Olímpico Atahualpa de la capital ecuatoriana y estaba en coma. Rozó tan cerca el desastre que llegó ya enfermo al partido. Había muchos nervios. Con todo lo que tenía en juego se dejó marcar cuando el reloj no había llegado al primer minuto, el gol más rápido que recibe Argentina en su historia. Una pared aérea entre Ordoñez e Ibarra dejó desnuda a la defensa de Argentina, en ese momento totalmente KO.

Fue entonces cuando la estrella del Barça puso su nombre para la supervivencia de Argentina. Hizo todo aquello que un país entero le pedía. Se echó a una selección con tanta historia a su espalda y cogió la responsabilidad de salvar muchos corazones. No bastaba con buenos pases o con conducir el balón. Había que marcar. Solo valía eso. Y lo hizo. Tres veces.

Especialmente importantes fueron los dos primeros. En el minuto 13 conectó con Di María y entre los dos fabricaron un gol que daba oxígeno pero que no valía. El empate era insuficiente. Pero ahí estaba Messi. Siete minutos después se hizo con un balón en la frontal, entró en el área y disparó con la cabeza y el corazón. Le ayudó también la pasividad defensiva, con un defensor que pareció un compañero, tibio ante la entrada de Messi en la jugada.

A lo que se enfrentó Argentina fue a un Ecuador sin ideas y sin calidad que además jugó con varios suplentes. Sabiendo las limitaciones también de la albiceleste (que no es Zambia como desde varios sectores se ha querido contar pero tampoco es Alemania o España) se entiende que no acabara el partido en goleada. Los ecuatorianos llevaban cinco partidos seguidos perdiendo y ya no tenían nada en juego. Las suspicacias por su poca competitividad quedarán ahí.

Messi charla con Mascherano durante el partido.

Messi charla con Mascherano durante el partido. REUTERS

Ya en la segunda parte, Messi sentenció el partido y el pase al Mundial con otro buen tanto, de disparo menos bello, ontrolando en la frontal del área y rematando desde ahí. La defensa, todo sea dicho, ayudó otra vez. Contentos quedan Infantino, presidente de la FIFA, y Putin, presidente del país organizador, que ya mostraron su deseo de que Argentina se clasificara.

¿Qué hubiera pasado si Argentina este miércoles hubiera tenido como rival a un equipo que tuviera algo en juego? Posiblemente lo hubiera pasado muy mal. Los de Sampaoli (que ha ganado su primer partido) tienen muchísimas cosas que mejorar. Al Mundial fueron gracias a Messi, que al fin apareció de forma decisiva. Agrandó su leyenda. Salvó la papeleta de Argentina. Él solo empujó a un país entero a Rusia.