Christian Benteke ya es historia del fútbol mundial. El delantero belga se ha convertido en el autor del gol más rápido de la historia de los Mundiales gracias a su tanto a los siete segundos de partido ante Gibraltar. Nadie había logrado marcar de forma tan veloz ni en una fase de clasificación ni en una fase final de la Copa del Mundo.

Nada más arrancar el partido en Faro (Portugal), el jugador del Crystal Palace inglés robó la pelota al conjunto gibraltareño, que había sacado de centro. Avanzó con comodidad hasta el área, donde su disparo cruzado no encontró oposición por parte del guardameta Ibrahim.

En un compromiso sencillo para su selección, Benteke logró marcar algo más que un gol. Trasladó a los encuentros internacionales su buen momento de forma a nivel de clubes (3 goles en 5 partidos con el Palace). Y será difícil que su precocidad de cara a meta, que sirvió para inaugurar la goleada de Bélgica (en la que aportó hasta tres goles), sea superada.