Pep Guardiola, que este domingo ganó su primer título con el Manchester City, desafió al fútbol inglés y volvió a usar el lazo amarillo, motivo por el cual dos días antes la Federación le había expedientado al considerar que ese símbolo (que representa el apoyo a los políticos independentistas en prisión) "manda un mensaje político", algo prohibido en el fútbol británico.

Sin embargo, el técnico catalán se plantó en Wembley, el estadio donde se jugó la final de la Copa de la Liga entre City y Arsenal, con el lazo amarillo, aunque esta vez algo más escondido. Una vez acabado el partido, a Guardiola le preguntaron por este motivo y él se limitó a comentar que llevará el lazo "siempre", aunque especificó que "lo puedo tener conmigo en el bolsillo del pantalón o dentro de la chaqueta, no sólo en la solapa".

En esa rueda de prensa posterior al partido, Guardiola habló de que portar el lazo era un "tema de humanidad, algo que tenía que hacer" y, además de hablar de Puigdemont como exiliado, explicó que "antes de ser entrenador soy humano". Sin embargo, en el discurso político que esta vez hizo Guardiola, en el que una vez más criticó a la democracia española, un periodista encontró contradicciones en sus palabras.

El 'zasca' a Guardiola de un periodista por el lazo amarillo

"Usted defiende el hecho de que llevar libremente el lazo amarillo defiende la libertad, pero ¿cómo concilia trabajar para el jeque de Emiratos Árabes, un país altamente cuestionado por no defender los Derechos Humanos", le cuestionó el periodista, a lo que Guardiola respondió asegurando que si la gente de este país vive en una dictadura es porque así quieren.

"Cada país decide la forma en que quieren vivir ellos mismos, y si decido vivir aquí es donde estoy, un país que tiene instalada la democracia desde hace años y trato de proteger esta situación", contestó el técnico catalán, que no quiso contestar directamente a la pregunta.

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